1. La Cumbre del Futuro.

Esta semana se celebra la Cumbre del Futuro 2024 [1], un evento de alto nivel organizado por Naciones Unidas que tendrá lugar del 20 al 23 de septiembre de 2024 en la sede de la ONU en Nueva York. Esta cumbre pretende forjar un nuevo consenso internacional «para ofrecer un presente mejor y salvaguardar el futuro».

Abordará los retos y las lagunas más importantes de la gobernanza mundial, reafirmará los compromisos con los Objetivos de Desarrollo Sostenible y tratará de revitalizar el multilateralismo. Los ODS, Objetivos de Desarrollo Sostenible, son 17 objetivos adoptados en 2015 por unanimidad por los países miembros de la ONU, han sido evaluados críticamente en el Informe ODS 2024[2] . Sólo el 17% de estos objetivos sostenibles globales de la agenda 2030 están en vías de ser alcanzados.» El informe subraya dónde se debe acelerar la acción, en particular en las áreas críticas que socavan el progreso de los ODS: el cambio climático, la paz y la seguridad, las desigualdades entre los países y entre ellos, entre otros».

La crisis climática afecta directamente a estos objetivos: La seguridad alimentaria, la salud, incluso la educación (los fenómenos climáticos extremos reducen el número de días lectivos en los países en desarrollo, y las temperaturas anormales afectan gravemente al aprendizaje de los niños. «Dado que el cambio climático está frustrando la consecución de los ODS, la mejor medida que podemos tomar es acelerar la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero que hacen que nuestro mundo sea más cálido. La herramienta más eficaz para lograrlo es poner un precio al carbono. Si los ingresos generados por un precio del carbono se redistribuyen entre los ciudadanos, una política conocida como ¨renta climática¨, los hogares con bajos ingresos no serán los que paguen el impacto económico de los mayores costes energéticos asociados a un precio del carbono», escribe Joe Robertson, director de la ONG CCI[3] .

Progreso general en 17 objetivos basado en datos globales agregados de 2015-2024:

Fuente: Reporte ONU, Objetivos de Desarrollo Sostenible

2. Taller del CEPAL sobre precio al carbono en América Latina.
   En el plano regional de los países de ALC, reconociendo la importancia de la fijación de precios al carbono como herramienta de política para incentivar la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y facilitar el cumplimiento de las Contribuciones Nacionalmente Determinadas (NDC) de los países, un taller de capacitación realizado por la CEPAL [4] en Santiago de Chile arrojó luz sobre el papel fundamental de los sistemas de fijación de precios al carbono en las combinaciones de políticas climáticas de numerosas jurisdicciones, y la publicación del estudio «Política Económica y Cambio Climático: La tarificación del carbono en América Latina y el Caribe”.

Destaca, en particular, el creciente interés de las economías emergentes y los países en desarrollo por adoptar medidas para desarrollar estos sistemas y ampliar la cobertura de las emisiones mundiales. En este sentido, el 23 de agosto de 2024 se publicó un estudio reciente sobre 1.500 políticas climáticas para reducir las emisiones de carbono [5], con un cuadro de mando de las políticas por país. Según este estudio, sólo 63 intervenciones en 25 países han logrado reducciones significativas de las emisiones de carbono, generalmente combinando varias políticas. Cabe señalar que la tarificación del carbono se considera uno de los instrumentos más eficaces para reducir las emisiones de carbono, sin necesidad de combinarlo con otras medidas.

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3. Iniciativa del PNUD sobre impuestos para los Objetivos de Desarrollo Sostenible: Alinear políticas fiscales con los ODS.

Los ingresos tributarios  desempeñan un papel crucial en la financiación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Ellos disminuyen la necesidad de ayuda internacional y permiten la amortización de las deudas, reforzando en última instancia la capacidad de un país para resistir los choques externos.

Desde 2022, en asociación con Finlandia y Noruega, el PNUD puso en marcha la Iniciativa de Impuestos para los ODS (TAX for SDG) [6]» con el objetivo de ayudar a los países a mejorar la movilización de recursos nacionales y avanzar en la consecución de los ODS. En el marco de la Iniciativa, “la fiscalidad se considera tanto una herramienta para recaudar ingresos como un instrumento político para promover estrategias de crecimiento sostenible e influir en el comportamiento hacia los resultados deseados relacionados con el clima, la naturaleza, el bienestar y la gobernanza”.

En 2023, la iniciativa avanzó significativamente, firmando un total de 22 Planes de Compromiso de País (PEC).  La iniciativa apoya a los gobiernos en la lucha contra la elusión fiscal, la evasión fiscal y otros flujos financieros ilícitos, en particular a través de la asistencia técnica y la facilitación de la cooperación. También les ayuda a alinear sus políticas fiscales y tributarias con los ODS e incorpora las perspectivas de los países en desarrollo en los debates regionales e internacionales sobre fiscalidad. Además, Tax for SDG ha lanzado el Marco Fiscal para los ODS [7](Diagnóstico), una herramienta diseñada para ayudar a los gobiernos nacionales a evaluar y alinear sus sistemas fiscales con los ODS de manera efectiva. Este mes de septiembre de 2024, los resultados de la iniciativa estarán presentes en la “Cumbre del Futuro”. [8]

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El marco fiscal para los ODS funciona en 3 etapas:

1. Informe de autoevaluación Se ayuda a los gobiernos a comprender y autoevaluar la vinculación de sus políticas fiscales actuales con los ODS mediante un informe de autoevaluación (SER).

2. Recomendaciones:  Las autoridades nacionales reciben ideas y recomendaciones para alinear mejor el sistema fiscal con los ODS sobre la base de los resultados del SER.

3.Plan de apoyo nacional Sobre la base de las prioridades nacionales, se elabora un plan de apoyo nacional para la aplicación de las áreas acordadas.

En palabras de Sr. Achim Steiner, Administrador del PNUD: «El éxito de la Iniciativa de Impuestos para los ODS es un testimonio de los esfuerzos de colaboración entre las naciones, las organizaciones internacionales, el mundo académico y la sociedad civil. Juntos, hemos intercambiado mejores prácticas, conocimientos y lecciones aprendidas, creando una comunidad dedicada a promulgar un cambio real.» La Iniciativa de Fiscalidad para los ODS incluye la iniciativa conjunta de la OCDE y el PNUD Inspectores Fiscales sin Fronteras (TIWB), que opera 59 programas en curso en África, Asia y el Pacífico, los Estados Árabes, Europa y Asia Central, y América Latina y el Caribe. Con el apoyo de socios y países internacionales, entre ellos Francia, India e Italia, se estima que el TIWB ha asegurado en 2023 230 millones de dólares en ingresos fiscales adicionales recaudados por los países en desarrollo y 1,110 millones de dólares en ingresos fiscales adicionales evaluados.

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Mediciones de tres resultados

Según el resumen ejecutivo 2024, tres resultados se definen:

El resultado 1 evalúa la mejora de las capacidades de las AT a hacer frente a la elusión y la evasión fiscal, y el combate a los flujos financieros ilícitos (FFI).

El resultado 2 mide como los  gobiernos alienan sus políticas fiscales y tributarias con los ODS, por lo cual la iniciativa lanzo el borrador del marco tributario de los ODS [9], un instrumento diseñado para que los gobiernos optimicen dicha alineación.

El resultado 3 busca a apoyar la generación de evidencia y perspectivas de los países en desarrollo, forjando intercambios entre pares y explorando medidas tributarias que pueden impulsar el desarrollo sostenible.

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El CIAT ha participado en el diálogo sobre fiscalidad y ODS organizado por la Universidad de Columbia en noviembre de 2023. En la actualidad, las principales características del Marco Fiscal para los ODS aún se están desarrollando: Evaluaciones de diagnóstico: el STF proporciona evaluaciones de diagnóstico para ayudar a los gobiernos a comprender cómo sus políticas fiscales actuales se alinean con los ODS, y el marco proporciona recomendaciones personalizadas para optimizar las estrategias fiscales para alcanzar metas específicas de los ODS.

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En conclusión, mientras cubrimos la Cumbre del Futuro, es imperativo que reconozcamos la interconexión entre la acción climática y el desarrollo sostenible. Los acuciantes retos descritos en informes recientes ponen de relieve que, si no adoptamos mecanismos sólidos como la tarificación del carbono y el aprovechamiento de las políticas fiscales para apoyar los ODS, corremos el riesgo de no cumplir nuestros compromisos mundiales. Al dar prioridad a estas estrategias, podemos crear un enfoque integral para hacer frente al cambio climático, garantizando al mismo tiempo que el crecimiento económico y la equidad estén a la vanguardia de nuestros esfuerzos. El momento de actuar es ahora; nuestro futuro colectivo depende de las decisiones que tomemos hoy.

[1] https://www.un.org/es/summit-of-the-future

[2] https://unstats.un.org/sdgs/report/2024/

[3] https://citizensclimate.earth/

[4] https://www.cepal.org/es/notas/taller-fijacion-precios-carbono-permite-dialogo-paises-la-region-explorar-estrategias-que

[5] https://www.ox.ac.uk/news/2024-08-23-effectiveness-1500-global-climate-policies-ranked-first-time 

[6] https://www.taxforsdgs.org/

[7] https://www.taxforsdgs.org/stf

[8] https://dashboards.sdgindex.org/chapters/part-1-recommendations-of-the-un-sdsn-for-the-summit-of-the-future#1-2-the-sustainable-development-agenda-should-be-properly-financed

[9] https://www.undp.org/mauritius-seychelles/press-releases/sdg-taxation-framework-stf-officially-launched-seychelles#:~:text=The%20SDG%20Taxation%20Framework%20(STF)%20is%20a%20comprehensive%20diagnostic%20tool,administration%20to%20achieve%20these%20goals.

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