Hoy en día existe un consenso generalizado de que el objetivo estratégico básico de una Administración Tributaria (AT) moderna es elevar los niveles de cumplimiento voluntario por parte de los contribuyentes mediante dos líneas principales de actuación: dando facilidades a los que quieren cumplir y realizando una lucha radical contra el fraude.

Estas dos líneas de actuación son totalmente complementarias y deben estar hoy ambas al servicio de la aceptación del sistema tributario, ya que el gran objetivo de la AT moderna no debería ser el de descubrir mucho fraude fiscal sino que cada vez haya menos fraude fiscal.

Con relación a lo que podemos hacer desde el punto de vista de la AT para llevar a cabo la estrategia del cumplimiento voluntario, entendemos que no existen soluciones únicas ni mágicas para lograr el cumplimiento voluntario, no obstante si es posible hablar hoy de mejores prácticas que han sido exitosas en determinados países, sin perjuicio de lo cual es muy importante que la implementación se realice considerando el contexto propio del país de que se trate.

Nos parece muy importante la labor de Organismos internacionales tales como la el CIAT y la OCDE encargados de transmitir esas mejores prácticas y buscar los consensos necesarios.

Es fundamental un acuerdo tácito en el sentido de lograr una aceptación social generalizada del sistema tributario, ya que no se puede aplicar un sistema tributario si no tiene aceptación social generalizada.

Con respecto a la globalización de la economía y los negocios hoy vemos que en el mundo tributario el paradigma de la fiscalidad internacional viene dado por el plan de acciones BEPS y sus 15 acciones para evitar la erosión de las bases imponibles y el traslado de los beneficios a jurisdicciones de nula o baja tributación por parte de las empresas multinacionales. Todo ello demanda una mayor cooperación y colaboración entre las Administraciones Tributarias (AATT) que les toca gestionar sistemas tributarios cada vez más globalizados.

Nos parecen sumamente saludables estas medidas, no obstante lo cual habrá que ver como la implementan cada uno de los países y que resultados concretos se darán en la práctica.

Estamos convencidos que si bien cada vez parece más cercana la utopía de que exista una Autoridad Tributaria Internacional, no obstante mientras ello no ocurra creemos que es fundamental que desde las AATT se influya hacia los hacedores de las políticas tributarias con miras a armonizar cada vez más los sistemas tributarios de los distintos países, sabiendo que en muchos casos ello podría implicar pérdida de soberanía fiscal pero entendemos es el camino a seguir para luchar contra el contribuyente global que hoy tienen que gestionar las AATT.

Por ejemplo nos parecen muy acertadas las iniciativas de la UE de buscar una base imponible común en el impuesto a la renta de sociedades (BICIS) y luego la base imponible común consolidada entre los distintas sociedades miembros de un grupo multinacional (BICCIS) que luego se repartiría entre los distintos países en base a distintos parámetros tales como activos intangibles, ventas, número de trabajadores y remuneraciones, ya que de esta forma se solucionaría el gran tema de los precios de transferencia.

Así como las empresas multinacionales en un mundo globalizado se han integrado cada vez más para hacer negocios aprovechando las sinergias que tal integración genera, pensamos que del mismo modo las AATT deberían seguir dicho camino de la integración, cooperación y colaboración internacional. Creemos que la convergencia de los sistemas fiscales debería llevar asimismo a la convergencia de las AATT.

Respecto al tema de facilitar a los contribuyentes que quieren cumplir se trata de ofrecer servicios de información y asistencia amplios y cubiertos por personal calificado, y es muy importante que todas las áreas de la AT se encaminen a este objetivo de modo de disminuir los llamados costos de cumplimiento.

Esta línea de servicio por parte de las AATT ha llevado a que desde hace muchos años ya no se hable más de contribuyentes sino de clientes o ciudadanos en alusión expresa de que son los funcionarios públicos o mejor dicho los servidores públicos los que están al servicio de los ciudadanos y no a la inversa, lo cual consideramos un aspecto sumamente positivo.

Por otra parte reforzar la lucha contra el fraude fiscal implica que la AT sea capaz de detectar y corregir con agilidad los incumplimientos fiscales.

Luego vienen las distintas áreas de actuación tales como un registro de contribuyentes completo y dinámico, los controles extensivos o masivos, los controles intensivos para aquellas formas más sofisticadas de fraude y la cobranza coactiva.

Creemos que cada vez es más importante el análisis de riesgo dentro de la AATT y al mismo lo entendemos no sólo desde el punto de vista de la función de fiscalización o auditoria sino de todas las funciones de la AT, como puede ser la recaudación o servicios al contribuyente. Ya hay AT como las de Argentina que han reformulado su sistema de perfil de riesgo llamado SIPER de modo de categorizar a los ciudadanos en función de su comportamiento fiscal en base a un proceso informático mensual en el cual se contemplan aspectos vinculados al cumplimiento formal y material de las obligaciones impositivas, aduaneras y de la seguridad social. Lo interesante es que más allá de su objetivo tradicional de seleccionar posibles casos para fiscalización lo que busca es identificar el comportamiento fiscal y asignar una categoría concediendo o limitando los beneficios vinculados con la recaudación, devolución y/o transferencias de impuestos y recursos de la seguridad social y asimismo mejorar la transparencia en la relación fisco contribuyente estableciendo procedimientos diferenciales según cada perfil. Así por ejemplo en función del comportamiento fiscal se otorgaran mayores cuotas en los planes de facilidades de pago o una menor tasa de interés de financiación de las deudas a aquellos contribuyentes mejor calificados en función del SIPER

Es decir se busca premiar a los contribuyentes cumplidores en una clara señal de que el cumplimiento voluntario es el camino a seguir.

Para todo este cometido de la AT consideramos que es fundamental un sistema de información potente con personas calificadas para implementarlo y tomar decisiones.

Aquí como en muchos otros puntos de la actuación de la AT entra a jugar lo que hoy se conoce como la cuarta Revolución Industrial con las nuevas tecnologías (big data, blockchain, inteligencia artificial, etc).

La gran pregunta que nos hacemos en este punto es toda esta nueva tecnología a quien favorecerá más, si a las empresas multinacionales que quieran continuar erosionando las bases tributarias y trasladando beneficios a jurisdicciones de nula o baja tributación o a las AATT que buscan cumplir su cometido en la sociedad actual.

Pensamos que lo importante no es tanto la nueva tecnología que se incorpore a las AATT sino que la misma sirva efectivamente para mejorar su actuación por ejemplo generando un sistema de información único, completo, de calidad y confiable para la toma de decisiones y el cumplimiento de su estrategia.

En esto estamos totalmente convencidos que el éxito o fracaso en la utilización de la nueva tecnología será consecuencia directa de cuan capacitados tengan las AATT a sus recursos humanos, los cuales son su principal activo por lo que se necesitan imperiosamente recursos humanos cualificados, íntegros, motivados y con retribuciones acordes a las tareas desempeñadas dispuestos a adquirir nuevas habilidades, conocimientos especializados, formación continua, creatividad y movilidad geográfica.

Se necesita no sólo elevar la calidad de los servicios públicos sino también luchar decididamente contra la corrupción y el derroche. Se necesitan gobiernos más eficientes, transparentes e innovadores.

A lo largo de nuestro comentario ha quedado claro que la estrategia dirigida a incrementar los niveles de cumplimiento voluntario exige la aplicación de dos líneas de actuación, simultáneas y complementarias, cuales son la facilitación a los contribuyentes cumplidores y la lucha contra el fraude.

Las vemos como dos caras de la misma moneda ya que facilitando el cumplimiento y aumentando el número de contribuyentes cumplidores habrá menos contribuyentes incumplidores para auditar en la lucha contra el fraude y asimismo luchando contra el fraude lograremos que cada vez haya más contribuyentes cumplidores a quien asistir y facilitar el cumplimiento voluntario

Entendemos que hoy ambas líneas de acción tienen la misma relevancia y deberían ir dirigidas al mismo objetivo de incrementar el cumplimiento voluntario y a lograr la aceptación social del sistema tributario y de la propia AT, todo ello como dijimos aprovechando las oportunidades de la tecnología que hoy el mundo nos presenta en la llamada cuarta Revolución Industrial.

La visión actual de la AT implica que la misma como parte de la Administración Publica tenga como objetivo prestar servicios a los ciudadanos y en la cual los funcionarios entiendan que están al servicio de los ciudadanos y que son verdaderos servidores públicos.

La AT tiene a su cargo una de las actividades más relevantes del Estado cual es el cobro de los tributos que son la fuente de financiación más importante para prestar los servicios públicos tales como seguridad, salud, educación, justicia, etc.

En fin la AT debería tener un compromiso con la cohesión social y la inclusión social de los ciudadanos al permitirle con su actuación que el Estado preste mejores servicios públicos, promoviendo la cultura tributaria y la responsabilidad social como valores supremos de la vida en democracia.

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