Los Puentes hacia un Sistema Tributario Óptimo
Los sistemas tributarios en ALC se componen de tres claros universos:
A mediados del siglo pasado, la idea de los formadores de la política tributaria era que todos los contribuyentes debían estar adheridos al régimen general, idea contraria a la realidad, mientras que ahora se pasó a diseñar un régimen según cada situación, lo que ha resultado contrario a la simplificación y a una adecuada gestión de la administración tributaria.
Estado de situación
La informalidad involucra a un sector variado de contribuyentes en cuanto a ingresos y actividad, que lamentablemente en su conjunto conlleva una magnitud tan significativa que equipara o supera en cantidad a los contribuyentes de la economía formal[1].
A su vez, a los regímenes especiales, se los puede intentar clasificar:
Al final, nos encontramos con el menguado régimen general[2], donde a su vez se pueden distinguir los contribuyentes que abonan los impuestos de acuerdo con la tasa y la estructura general, de aquéllos que han obtenido beneficios fiscales específicos, especialmente en el Impuesto sobre la Renta a través de exenciones, exoneraciones, desgravaciones, diferimientos, amortizaciones aceleradas, etc., que han generado el ahuecamiento de la base imponible.
La sociología fiscal alemana desde la década del 60 describió muy bien este proceso empresarial, que para lograr beneficios fiscales alegan razones variadas de “interés público» de la inversión para poner de su lado a la opinión pública, cuando solo persiguen el “interés particular» de maximizar sus rentas y en ALC con el agravante “a posteriori», en muchos casos, de proceder a la fuga de los capitales hacia los países desarrollados o los paraísos fiscales.
Las islas fiscales
De lo expuesto se colige que el sistema tributario de la región está actualmente fragmentado en múltiples islas aisladas con diferentes tratamientos tributarios, de las cuales sus residentes no quieren salir, máxime cuando en esa isla han logrado algún beneficio fiscal respecto al régimen general con plena tributación[3]. No hace falta decir, que la mejor isla para los incumplidores es la isla de la informalidad, verdadero paraíso fiscal dentro del propio país, sin la necesidad de formular complejas planificaciones fiscales.
Indudablemente esta fragmentación hace que en un mismo país no se tenga la misma carga tributaria por la misma facturación, valor agregado o rentabilidad, por cuanto dependerá de la isla de la cual se es residente (de la informalidad, de los regímenes especiales, del régimen general con beneficios o sin beneficios).
Se ha llegado a esa realidad porque “políticamente es muy fácil otorgar un beneficio fiscal, atento a que se ganan muchos amigos, pero es muy difícil negarlo o derogarlo, porque se ganan muchos enemigos”.
Los puentes tributarios
En vez de seguir creando más islas en este archipiélago fiscal para aumentar la actual complejidad tributaria[4], y desquiciar el control de cualquier administración tributaria, la clave sería empezar a construir puentes hacia el régimen general. Pero este régimen general a su vez, debería tener cualidades esenciales para tener una correcta funcionalidad.
Por más puentes que haya, si el destino de un contribuyente es un lugar económicamente inhóspito, agresivo fiscalmente, habrá pocos que lo quieran cruzar voluntariamente y harán hasta lo imposible por mantenerse en su isla. El sistema tributario deseable es aquel que tiene impuestos óptimos, es decir una base amplia y una carga tributaria moderada[5] que posibilita el desarrollo de los negocios.
Esto no es nuevo, ya lo sostenía Ibn Khaldun[6](1377) alegando que “al comienzo de una dinastía, la tributación genera una gran cantidad de ingresos de una pequeña contribución, pero al final de una dinastía, la tributación genera una pequeña ganancia de una gran contribución”[7]. Concepto luego recogido por Arthur Laffer en cuanto sostuvo la relación entre las tasas impositivas y la recaudación, sosteniendo que luego de un punto óptimo el aumento de la tasa implicaba una caída de la recaudación, que se conoce como “la curva de Laffer», aunque debería denominarse “la curva de Khaldun – Laffer”.
De allí que, ante esta encerrona, correspondería transitar el camino hacia la normalidad y el sentido común, y para ello existen decisiones de política tributaria que se podrían aplicar en la materia, entre otras, a saber:
Conclusión
La existencia de un régimen general fortalecido implica que el mismo se base en impuestos óptimos según la capacidad contributiva de los contribuyentes, es decir que tenga una base amplia y una carga tributaria moderada, conjuntamente con puentes tributarios para integrar a los contribuyentes provenientes de la informalidad y de los regímenes especiales.
[1] La informalidad laboral antes de la pandemia se situaba en el 56 % en AL y después de la misma se estimaba en un 62 %. “Informalidad laboral y coronavirus: una combinación desafiante”, Claire Bentata, Jordi Prat, Laura Ripani, Blog BID (2020).
[2] En Brasil solo están inscriptos 157.614 empresas en el RG (2020), en Perú solo 218.000 (2021), en el Impuesto sobre la Renta 3 Categoría.
[3] También están dentro de una isla los contribuyentes del régimen general que han obtenido algún beneficio específico como fue indicado oportunamente.
[4] El ST de Chile a partir de enero 2020 aumentó a tres nuevos regímenes: Régimen General (semi integrado), Regímenes Pro Pyme y Pro Pyme Transparente. A los que se suman el Régimen de Renta Presunta y el de contribuyentes no sujetos al art. 14 IR. A los que hay que agregar múltiples regímenes especiales para minería, agricultura, pequeños contribuyentes, etc.
[5] Eduardo Escartin González, Francisco Velasco Morente y Luis González Abril, “Impuestos Moderados según Ibn Khaldún” (2012), Open Editions Journal, MEDIEVALIS Nro 11/2012. Un gran debate académico surgió sobre si la imposición del “flat tax” era plausible dentro de este concepto, por su falta de progresividad.
[6] Libro “Al-Muqaddima” (“La Introducción”) (1377), “Ibn Khaldun: su vida y obras”, Muhammad Hozien (2010), Muslim Heritage. “La Teoría de los Impuestos de Ibn Jaldún y su relevancia en la actualidad“, Abdul Azim Islahi (2006), Paper for presentation to the Conference on Ibn Khaldun Organizing institutions: The Islamic Research and Training Institute, a member of the Islamic Development Bank Group, in collaboration with Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) of Spain, and Islamic Cultural Centre of Madrid Venue: Madrid, SPAIN 3-5 November (2006).
[7] Es decir, que mayores impuestos implicaban menores ingresos, lo que provocaba una crisis económica que terminaba con un gobierno. El problema para Ibn Khaldún era que los burócratas desconocen el mundo de los negocios y su espíritu. Tema de su amplio conocimiento, debido a que también, entre otras actividades, ejerció en un tiempo de burócrata.
[8] Con renovación a su vencimiento únicamente a las actividades esenciales.
[9] No deben ser saltos al vacío, sino contemplar también determinados estímulos.
[10] “El arte de la guerra”. Señala estrategias que fueron utilizadas por su efectividad en varias disciplinas.
[11] En cambio, la filosofía del Régimen de Incorporación Fiscal (RIF) de México de que todos los pequeños contribuyentes deben pasar obligatoriamente al régimen general, está alejada de la realidad.
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10 comentarios
Felicitaciones, Darío. El panorama presentado para AL está muy claro, así como las ideas generales para cambiarlo.
Gracias Antonio!! El panorama de la fragmentación del ST, más allá de la inequidad que conlleva, hace más compleja la labor de las AATT…por eso creo que «step by step» habría que desandar el camino.
Muchas gracias apreciado Darío, muy interesante.
Gracias a ti Celso!! Es un honor viniendo la opinión de ti!!!
Buenos días Sr. González.
Me gusta su comparación de los sistemas tributarios fragmentados con los archipiélagos de islas. Hay que construir puentes entre ellos. Pero no sólo en la norma jurídica.
Los puentes hacia el sistema tributario optimo, que se formulan desde la norma juridico tributaria, necesitan un correlato en la realidad social y material de las firmas que queremos que transiten por aquellos puentes. Este correlato se puede construir con politicas publicas que cierren las brechas de acceso -de los emprendedores que están en las otras islas- al comercio exterior, a la infraestructura, al financiamiento, a la protección en salud, a la protección de la Ley y al talento. El que un grupo de ellos esté en las otras islas no necesariamente implica que se ocultan en ellas. Puede ser que no pueden acceder a la isla del régimen general y sus ventajas -todavia-.
A medida que se cierren las brechas, yo esperaría esto, se iría iluminando la oscuridad de la noche de la economía informal , en la que tanto los gatos pardos como los gatos negros se ven iguales.
Y en mi perspectiva, la informalidad no es un «estar fuera» del ordenamiento juridico administrativo del Estado. Yo entiendo que la informalidad es un cumplimiento selectivo, intermitente, oportunista, a demanda y medida de los intereses del administrado- con los riesgos que ello implica – de este mismo ordenamiento. Por lo que considero que podemos tener grados de informalidad, que atraviesan todos las «islas del archipiélago».
Eduardo Manrique
Eduardo estoy de acuerdo con tu análisis de las brechas, que se deben ir disminuyendo en todos los aspectos. Con relación a la informalidad, en el post «La informalidad en ALC….» explique, coincidiendo contigo, que la informalidad puede ser total o parcial. El punto a destacar es que un contribuyente puede estar en la isla de la formalidad del RG y ser un evasor…pero ese es un tema del control de la AT.
Excelente artículo, que interesante que un artículo como estos caiga en mano de nuestros gobernantes. Es ilógico que planteamientos de esta indole en el momento de estructurarse una reforma tributaria no se tenga en cuenta. Será que como dice el autor de este artículo … «de lo expuesto se colige que el sistema tributario de la región está actualmente fragmentado en múltiples islas aisladas con diferentes tratamientos tributarios, de las cuales sus residentes no quieren salir, máxime cuando en esa isla han logrado algún beneficio fiscal respecto al régimen general con plena tributación» …
Gloria con medidas aisladas los formadores de política tributaria fueron creando islas con beneficios fiscales, y luego, como si fueran ajenos al problema preguntan a la AT ¿por qué tenemos tan baja presión fiscal y una gran inequidad del ST?
Muy interesante análisis.
Una verdad incómoda es que la isla de la informalidad no ha menguado su población desde hace varias décadas, tal como lo demuestran los índices de la informalidad en los países de ALC.
En tal sentido el primer puente debería ser desde la isla de la informalidad hacia el de los regimenes especiales, vale decir a la isla de los monos. De los monotributistas.
Saludos !!!
Orlando es cierto….la isla de la informalidad es la que hoy tiene lamentablemente mas residentes…y mi preocupación es que no veo por parte de los formadores de la política tributaria ninguna acción sobre el tema….solo consideran a los contribuyentes de los regímenes especiales y del régimen general….hay como una aceptación implícita de esa realidad…que debería ser modificada…..