Mitos, leyendas, tradiciones y otras cosas así (v)
¿Una varita mágica?
Recuerdo claramente la primera vez que escuché la anécdota sobre aquella cadena de supermercados que, gracias al uso de minería de datos y otras herramientas de BI(1), descubrió que la gente que compraba cerveza adquiría también maní, y que estas compras aumentaban cerca del Súper Tazón, la Serie Mundial o, seguramente, de un partido Real Madrid – Barcelona.
Recuerdo también aquella promesa de alguien quien, sobre el hecho de que usando esas herramientas, con certeza, aunque casi de manera tan inexplicable como si se tratara de los encantos de un mago, su varita mágica y sus conjuros, se lograría detectar a evasores y a sus acólitos. Aún más, todo gracias a herramientas que encontrarían, en los datos, patrones de comportamiento no previstos. No hablamos aquí de cruces de información, en los que, de manera conocida, se espera que el reporte de operaciones con terceros identifique a contribuyentes que están sub-declarando ingresos; sino de cosas no previsibles que aparecerían cuando esa herramienta, como una varita mágica, buscando cualquier cosa en un pajar, encuentre algo. Luego, a ver si lo que encontró es o no es una aguja.
Recuerdo, por ejemplo, algún documento de ya hace más de un par de años, hecho por una compañía que usaba para promover su imagen, la imagen de algún conocido golfista. El documento mencionaba las oportunidades para la administración tributaria en el uso de herramientas de BI. Pasaba, por la afirmación inicial de transformar datos en información y luego esa información en inteligencia. Las tres grandes oportunidades eran, en términos resumidos: primero, la posibilidad de entender el cumplimiento voluntario; segundo, la particularización de los canales de servicio para atender mejor las necesidades y preferencias de los usuarios; y tercero, la posibilidad de desarrollar estrategias de control de cumplimiento específicas que puedan utilizar de manera más precisa los recursos disponibles. Algún documento de estrategia de una administración tributaria mencionaba, en el 2007, el uso de las herramientas de BI para “detectar patrones en las declaraciones y el comportamiento de los contribuyentes a partir de múltiples fuentes de información para entender mejor las expectativas de los contribuyentes y para suministrar información orientada a una simplificación del sistema tributario”.
Por supuesto que, para que estos beneficios se materialicen, seguramente hace falta algo más que comprar e instalar las herramientas y crear los mecanismos de extracción y transformación de datos para crear “cubos” a partir de los que, algunos usuarios avanzados (pero no todos) sean capaces de generar reportes de información que antes habrían solicitado al área de tecnología.
Recuerdos que me generan incógnitas: ¿En las administraciones que invirtieron en esas herramientas hace ya tiempo, se obtuvieron beneficios como los mencionados? ¿Han permitido, por ejemplo, identificar patrones de comportamiento de los contribuyentes y cómo estos patrones se modificaron gracias a las actividades de control?, o quién sabe, quizás se detectaron los hábitos de los contribuyentes para lograr una mejor aceptación de las facilidades electrónicas que proponga la administración. O, si más bien solo son, por ahora, sofisticadas herramientas para gestionar reportes y hace falta todavía dominarlas para hacer magia de verdad.
Saludos y suerte.
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7 comentarios
Hace unos dias estaba en un seminario de Programación Neuro Linguística (resulté ser muy pero muy Kinestésico, sea lo que sea que eso signifique) y luego de un sábado a puro mate y clases de como hablar en términos de colores o sonidos, llegue a una triste conclusión: No importa lo que hagamos, mucha gente cree en la magia. Digo, mientras escuchaba al grupo de psicólogos y psiquiatras explicar detalladamente el tema, no dejaba de recordar como a veces la magia toma el lugar de la ciencia. Y es ahi creo yo donde radica el problema.
La magia, a diferencia de la ciencia entraña una cuestión que no es menor, que es el desconocimiento del procedimiento para llegar al producto final. Dicho de otra forma, mágicamente puedo decir «blablablabla» y el conjuro hará que todo se resuelva sin mas, en forma automática y sin mayores consecuencias. Si esto es así, entonces estamos en problemas, porque en la subestimación radica la creación misma del problema. Digo, si algunas organizaciones hubieran dejado animo de la magia, tal vez no se hubieran repetido historias como las que cuenta Borges en su Golem, donde una falla en la frase dejo el producto con problemas de fabrica, por así decirlo.
En realidad, pensándolo detenidamente, el «síndrome de la varita mágica», lejos de generar una forma de animismo de forma Siglo XII, sino mas bien una negación al trabajo. En todos los casos que conozco, esta epidemia organizacional es simplemente una forma de negar trabajo y creer que un salvador va a llegar a poner todo en su lugar para que el funcionario pueda seguir con su rutina de leer el diario por la mañana y producir tan poco como producía al principio.
El impacto organizacional de estas ideas e innovaciones en la gestión de los datos y las organizaciones es la «prueba ácida» que nos ayudaría – a todos, académicos y funcionarios ejecutivos- a apreciar el valor de estos conocimientos.
Siempre vamos a terminar allí. Y como da a entender Leonardo Belen, esto de crear impactos organizacionales a partir de nuevas ideas y nuevo conocimiento es – normalmente – más, no menos, aceptación de trabajo y estrés – por lo menos al principio-.
He tenido la oportunidad de usar y ver las estadísticas del uso de estas herramientas en las aduanas de algunos países, donde las utilizan para determinar el canal de aforo físico, dando como resultado el aumento de aciertos en búsquedas de fraudes tributarios y disminuyendo así tiempos en revisiones físicas innecesarias. Para la implementación de minería de datos en algunas aduanas han optado por algoritmos matemáticos que van desde regresiones logísticas hasta más avanzadas como son el uso de redes neuronales o máquinas de vectores de soporte, las cuales necesitan de un entrenamiento con datos históricos de variables consideradas de riesgo para formar un modelo, el cual será aplicado a las nuevas declaraciones. Incluso las mismas herramientas pueden determinar cuáles serían las variables de riesgo más significativas en función de una variable objetivo. En si estos modelos pueden ser muy eficientes para encontrar fraudes tributarios, pero si quien las usa, no está constantemente mejorándolas, puede dar lugar a que la persona que realiza un fraude pueda descubrir el comportamiento del modelo y tomar otras acciones para seguir evadiendo.
Saludos,
Sería interesante que el organismo internacional que financia la adopción de nuevas tecnologías y plataformas hiciera una investigación seria acerca de su implantación y eficiencia.
Las herramientas de BI están siendo utilizada en muchos campos de la economía, en especial, con mucho auge, en el sector privado.
En Colombia, por ejemplo, muchas empresas no solamente pertenecientes al grupo de los calificados como grandes contribuyentes sino también pertenecientes al grupo de las pymes, adelantan sus estudios de comportamiento de mercados y preferencias de los consumidores, potenciales clientes, con base en herramientas de este tipo incorporadas algunas de ellas a los programas de computador denominados: “paquetes contables” que no solamente contienen módulos para lo relacionado con el procesamiento y registro de los datos contables, generación de reportes y estados financieros, obligaciones fiscales, nómina, cartera, sino también con un módulo denominado: Inteligencia de Negocio, el cual parte de los mismos postulados de las robustas aplicaciones de BI, con el cual cumplen con las mencionadas tareas clave de investigación de los mercados para mejorar la toma decisiones en las ventas y compras y otras facetas particulares de los negocios.
Por algunas experiencias de intercambio con consultores de BI de la república del Brasil, la utilización de estas herramientas en el sector privado es igualmente importante en empresas pertenecientes a diversos sectores de la economía de esa nación.
Ahora bien, en el sector público las herramientas de BI han proporcionado muy buenos resultados en el campo de la investigación de perfiles que tipifican fraude aduanero-tributario, como lo afirma en su comentario Victor Jiménez Ramírez; algunas administraciones no solo han desarrollado sus propias herramientas de BI sino que adicionalmente han modificado su estructura interna para dar cabida a un proceso estratégico denominado Inteligencia Fiscal o Inteligencia Tributaria o Inteligencia Corporativa, el cual va mucho mas allá de los posibles beneficios proporcionados por una poderosa herramienta informática como BI. Incorpora subprocesos tales como: investigaciones económicas; investigación de operaciones con aplicación de modelos, metodologías y herramientas de segmentación y perfilamiento de riesgo de las obligaciones tributarias y aduaneras; desarrollo organizacional; gestión integral del riesgo; entre otros. Los cuales cuentan con la vinculación directa de recurso humano altamente especializado en su campo.
Al respecto es importante mencionar que otros organismos del sector público diferentes de las administraciones tributarias, dedicados a la investigación de fraudes, como la Contraloría o la Policía Nacional o los organismos administrativos de investigación criminal, cuentan con desarrollos de BI altamente especializados con un mismo fin aplicable a su campo para investigar perfiles conductuales de fraude, utilizando diferentes metodologías para la minería de los datos con muy buenos resultados.
Los comentarios de mi amigo Raúl vienen bien a propósito. Lo que antes que nada me gustaría de llamar la atención es que se aplican no solamente a las Administraciones Tributarias, pero a cualquier organización que queramos analizar.
Soluciones mágicas prometidas por los proveedores de herramientas (sean de informática o no) existen en toda parte; lo que, pienso, se debe antes que nada hacer es valorar la inteligencia humana. Me explico: de que adelanta invertir pesadamente en inteligencia de negocios (BI) cuando olvidamos que los resultados de estas herramientas deben ser analizados por personas, pero aún mucho más importante, ¿a partir de datos e informaciones manipulados por personas?
Herramientas de inteligencia de negocios, como cualquier tipo de herramienta, suponen, para que los buenos resultados aparezcan, antes que nada que aquél que las maneja sepa (i) de done vinieron los suministros que utiliza, (ii) cuales son las limitaciones y (iii) más importante que todo, donde pretende llegar.
Las herramientas de BI, especialmente aquellas de análisis on line, han comenzando recientemente a cumplir con esa gran cantidad de promesas y expectativas que durante años nos generaron.
La innovación tecnológica constante, tanto en el campo de las soluciones informáticas desarrolladas como en el del hardware fácilmente disponible y accesible para su instalación y uso, han llegado al punto donde realmente, y como expresa Raúl, podemos pensar en grandes cantidades de usuarios funcionales que no solo puedan generar sus reportes sin la intervención directa y constante del área de sistemas sino que -y lo que resulta aún más importante- estén en condiciones de realizar sus análisis de datos utilizando herramientas que se ponen realmente a su disposición y acompañan y soportan la lógica del pensamiento humano, es decir le facilitan pensar de manera asociativa.
Me refiero particularmente a aquellas soluciones basadas en el enfoque en memoria donde, en contraposición a las herramientas de BI tradicionales, se prescinde de modelos rígidos y complejos predefinidos, para que los datos pasen a estar asociados y fácilmente disponibles en la memoria del equipo utilizado.
En el ámbito de la AFIP (Argentina) desde el año pasado hemos comenzado a transitar este camino y los resultados son más que promisiorios. Esta claro que como bien advierte Raúl y muchos de los colegas en sus comentarios no se trata de una panacea, pero puedo asegurarles que al menos comienza a vislumbrarse claramente la luz al final del túnel.
Seguramente se trata de un cambio significativo para cualquier organización y como tal puede llegar a ser resistido por quienes se sienten cómodos con la forma tradicional de gestionar este tipo de necesidades de información. Será tarea de los equipos directivos lograr que las áreas informáticas vean en este tipo de herramientas la oportunidad de enfocarse en aquello que puede hacer que aporten mayor valor a la organización, es decir en su capacidad de desarrollo de soluciones informáticas difícilmente obtenibles en el mercado y en su habilidad para la administración y desplieque de la información disponible en la organización, para dejar de atender (muchas veces en foma extemporánea y errónea) interminables listas de pedidos de generación o modificación de reportes de datos.