Y otras cosas no clasificadas en otra parte
Sobre las actividades económicas
Seguramente existe un curioso que se entretiene los domingos leyendo el clasificador del CIIU(1); que entiende perfectamente el porqué, de una revisión a otra, se pasó de un esquema de primer nivel de 10 sectores a uno con 20 sectores identificados por letras en lugar de los diez dígitos; que conoce las particularidades de la adaptación del CIIU al país en donde vive, con algunas entradas de mayor detalle para los sectores más importantes de la economía del país, mientras otras actividades simplemente habían sido eliminadas: por ejemplo, la fabricación de cohetes y el servicio de colocar con ellos satélites de comunicaciones en el espacio; y, que al menos una vez leyó íntegramente las notas explicativas provistas con el clasificador.
Tal vez esa persona pueda asignar a las actividades más comunes, como una ferretería, el código de memoria, sin recurrir a ninguna ayuda. Tal vez se tarde solo unas decenas de segundos en encontrar el código cuando se le pregunte sobre una menos frecuente, la fabricación de cable coaxial, por ejemplo. Después de todo, seguro conoce la estructura y ubicará rápidamente el sector, industrias manufactureras; la división, fabricación de maquinaria y aparatos eléctricos no clasificados en otra parte; el grupo, fabricación de hilos y cables aislados; para finalmente llegar a la actividad.
Si esa persona le asigna el código que le corresponde a un contribuyente su clasificación será muy precisa; bajo el supuesto de que se ha hecho una correcta descripción de la actividad económica principal. Pero si quien va a asignar ese código no tiene esa experticia, tal vez terminemos con un registro con muchos contribuyentes mal clasificados, o con muchos contribuyentes haciendo generalidades y cosas y servicios no clasificados en otra parte.
Probablemente vamos a encontrar que no es un problema con las grandes empresas, y que un laboratorio de medicinas no está clasificado como una farmacia, o una productora de cine como un alquiler de videos, y que los bancos son bancos. Pero tal vez si clasificaciones erróneas en el sentido: con alguna farmacia clasificada como laboratorio y algún club de video como producción de películas. Y es probable que la distribución de contribuyentes en “comercio minorista en general” sea bastante alta.
En los casos en que el código es asignado por la administración, tal vez por el servidor detrás de la ventanilla de inscripción en el registro de contribuyente, las cosas pueden mejorar con entrenamiento. Pero aún está el problema de la descripción de la actividad. La idea de sacarla del “objeto de la compañía” en el acta de constitución se frustra rápidamente cuando se comprueba que se utilizan descripciones tan amplias que permiten comerciar cualquier cosa; construir y fabricar cualquier cosa, incluyendo cohetes; o prestar cualquier servicio, incluyendo la puesta en órbita de satélites de comunicaciones. Si se toma la descripción de la actividad provista por el contribuyente en el momento de inscripción, se debe aprender a tratar con descripciones sumamente vagas, como “comercio en general” o “todo tipo de reparaciones”. Si el funcionario va a buscar complementar la descripción haciendo preguntas a la persona del otro lado de la ventanilla, puede que no siempre encuentre respuestas específicas ya que a veces el trámite lo realiza un tercero que poco conoce sobre lo que va en realidad a hacer una nueva compañía.
En los casos en que el código es asignado por el contribuyente los pronósticos de éxito son ciertamente menores. Los contribuyentes más chicos no siempre encontrarán, o al menos no fácilmente, la entrada en el clasificador que mejor describa su actividad. Y luego, si la encuentran, pensarían que no es exactamente lo que ellos hacen, como le podría pasar a la señora dueña de una casa residencial para señoritas estudiantes universitarias que encuentra que “hoteles; campamentos y otros tipos de hospedaje temporal” no es lo que hace ya que insistiría que en su casa solo se admiten señoritas bien comportadas y que no están permitidas las visitas de caballeros para “pasar un rato”.
Y en ese sentido las formas de expresión, la tradición, la cultura y las expresiones idiomáticas se vuelven determinantes. Dependiendo del país, la señora podría haber protestado afirmando no tener un motel, un telo, un matadero, un auto-hotel o, quién sabe, un push-button. Un extranjero podría llamar gomería, o vulcanizadora, a algo que localmente se conoce como cauchera. Recuerdo el anecdótico caso, durante la ejecución del Programa de Actualización de Información Tributaria, de la señora que dejó boquiabierto a más de uno cuando colocó “venta de tetas” en la descripción de su actividad. Afortunadamente, antes de que alguien se escandalice o empiece a buscar alguna entrada relacionada con la venta de prótesis o las cirugías estéticas, uno de la localidad nos explicó que es la forma en que popularmente se conoce a una especie de helados a base de agua y fruta, muy populares en esa región.
Sin perjuicio de las constataciones que durante verificaciones o auditorías se puedan realizar, en tiempos en que hemos abierto espacio al “auto-servicio” para la actualización de dados del registro de contribuyentes a través de la Internet, el tema de la correcta clasificación se torna aún más importante. Merece toda la atención para no terminar en el largo plazo con datos sobre actividad económica muy distorsionados. Hay que pensar, por ejemplo, en unas ayudas en línea sofisticadas. Estas ayudas bien podrían tomar la forma de asistentes o “wizards” que vayan guiando con preguntas al contribuyente para determinar la actividad económica. Podría ser con preguntas como: usted fabrica algo, vende lo que compra sin modificarlo, o presta servicios; usted vende fundamentalmente al por mayor o al por menor; escoja de la lista de productos aquél que usted más vende; y así sucesivamente. Otra alternativa es un sistema experto: esa herramienta de software que emula el proceso de decisión de un humano, y que va aprendiendo con el uso y mejorando su elección conforme más conocimiento va adquiriendo. A partir de la descripción en lenguaje común de la actividad económica, el software podría escoger o al menos reducir las opciones a un grupo de “más probables”. Puede sonar un poco fantasioso, pero se ha hecho. Al menos dos veces, y ya hace tiempo, lo desarrollamos e implantamos en proyectos ejecutados por el CIAT.
Saludos y suerte.
16,684 total views, 1 views today
6 comentarios
Felicitaciones, como siempre un tema difícil tratado con un buen toque de jocosidad, de humor, que también hace falta para hablar en serio de temas tan duros como muchos o casi todos en las administraciones tributarias.
En efecto al trabajar el tema de las actividades económicas, generalmente no con la última versión de CIIU sino con la que se encuentre en mayor uso en las entidades estatales del mismo país de la AT que la pretenda implementar, como las autoridades estadísticas y en especial los bancos centrales, se encuentran los administradores tributarios con la necesidad de «tropicalizar» la versión de la tabla de actividades económicas, para hacerla mas comprensible, con dichas adaptaciones, a la actividad doméstica de un país y facilitarle su manejo a los contribuyentes y funcionarios; ello hace que verdaderamente se encuentran cosas curiosas como los mencionados por Raúl y otros como por ejemplo la adaptación de una actividad de Panchería, que no es otra cosa que un establecimiento donde se venden panchos o perros calientes o hot dogs, o la de ubicar una actividad que permita ubicar fácilmente una fiambrería, sobre todo en países del sur de nuestro continente.
Saludos y felicitaciones de nuevo.
Buenas tardes, Raúl.
Muy bueno el artículo que claramente demuestra que si bien dice basarse en el CIIU, no termina siendo ni tan Internacional, mucho menos Uniforme ….. y por qué se llamará sólo Industrial? bueno, respeta el ser un Código numérico.
Pero adicional de estas variaciones, que podríamos decir que sí se podría y sí se debería solucionar «puertas adentro» de cada AT (de hecho, es la conclusión de este artículo), queda pendiente de resolver, cuando se abre la puerta.
Cuando se abre la puerta y se intenta implementar el intercambio de información con otras entidades gubernamentales, el caos es …… abismal, inimaginable e inclusive, algunas veces, hasta creativo.
Sólo para ejemplo, porque lo conozco más, no quiere decir que es lo peor …. pero que sí está lejos de ser lo mejor, en Panamá nos encontramos con los siguientes clasificadores, mientras intentamos cumplir nuestras obligaciones tributarias en todos los niveles de gobierno:
* 1ro clasificación: cuando se obtiene el aviso de operación en el sistema «Panamá Emprende» – Ministerio de Comercio e Industria;
* 2da clasificación: obviamente, en el CIIU en la Dirección General de Ingresos, al inscribirnos en nuestros impuestos nacionales;
* 3ra clasificación: cuando concurrimos a la Alcaldía y así, cumplir con nuestras obligaciones municipales.
* 4ta clasificación: y si somos empleadores, deberemos inscribirnos en la Caja de Seguridad Social – CSS.
Y esta es la rutina mínima que debemos cumplir como buenos contribuyentes, en la cual además de haber hecho el ejercicio de identificar nuestra actividad económica en los distintos clasificadores, tenemos cuatro diferentes números identificatorios. Caos o creatividad?
Hasta la próxima
Muy buen tema el desarrollado …. es un problema que vemos a diarios y que ante la cantidad de tareas y lo acotado del CIU la mayoría teminan en los NCP (actividades no clasificadas en otra parte).
En AFIP Argentina se dejò esta tarea en manos del contribuyente, cosa que a veces se complica con la inexperiencia del interesado en el uso la tecnologìa o en el desinterès del profesional que obra de intermediario.
El uso de una grilla de preguntas previas que guie la clasificaciòn suena interesante.
Me gusta el proyecto.
Saludos
Miriam
Las entidades gubernamentales cuya actividad es registrar, autorizar, seguimiento y control de actividades económicas, en lo que respecto al CIIU, se presume que no se hacen problemas por la clasificación de las actividades que declararan los usuarios al inscribirse en sus registros debido a qué en sus sistemas informáticos han considerado las mas resaltantes y comunes, por ejemplo en mi país prevalece la agricultura, entonces producto que no es ubicado en listado el usuario lo ubicara en Cultivo de otros tuberculos n.c.p, o Cultivo de otros cereales n.c.p, o Cultivo de otras leguminosas n.c.p, y de los servicios Otras actividades de servicios n.c.p. y que explicar de las actividades secundarias y/o auxiliares.
Creo que la clasificación de actividades acertada en un 80% es importante para fines estadísticos de un estado, donde los funcionarios involucrados en este tema deben de tener en cuenta.
Mis felicitaciones don Raul, es un articulo muy interesante
Gracias Raulito,otra excelente contribución tuya , esta vez sobre un tema antiguo pero cuya búsqueda de solución sigue muy actual, y por lo que cuentas, las soluciones del CIAT desarrolladas hace mas de una década, como fue el caso del SENIAT , siguen tecnológicamente vigentes, increíble . Felicidades !!
Gracias Raúl por escribir tan buen articulo con un tema que siempre esta pendiente. En lo particular me interesa mucho lo que atañe al desarrollo de un sistema experto para realizar la clasificación correspondiente al código CIIU. La pregunta que quiero hacerte es la siguiente: Es posible desarrollar un sistema experto de clasificación de la actividad económica de la empresa en línea, es decir, interactuando el sistema y el contribuyente, a través de una serie de preguntas que el sistema realiza al contribuyente podemos obtener automáticamente la clasificación, en Internet.
Saludos
Gabriel Rodriguez
División de Programación
Gerencia de Fiscalización
SENIAT
Republica Bolivariana de Venezuela