Y ¿Seguro no tenés nada que contar sobre esa Ferrari?
Algunas innovaciones en la AFIP
En un post anterior en CIATalk (Lleve su revista ya!) en donde contaba como habíamos utilizado los códigos de respuesta rápida para obtener enlaces a nuestra revista, había mencionado algunas aplicaciones potenciales en el marco de la Administración Tributaria. El martes 28 de agosto, en Buenos Aires, tuvimos la oportunidad de asistir a la presentación en sociedad de un nuevo mecanismo que está lanzando la siempre innovadora AFIP: la Data Fiscal. El Administrador Federal, Ricardo Echegaray, lo hizo en una rueda de prensa en la que también se firmó el convenio para la realización de la próxima asamblea del CIAT en esa ciudad.
En Argentina, como en otros países, los contribuyentes deben exhibir en sus establecimientos algunos documentos: certificados de inscripción, permisos de expendio de productos, calificación como agentes de retención, última de declaración, último pago, calificación como sujeto a algún régimen especial de pequeños contribuyentes, identificación del número de empleados registrados en la seguridad social, autorizaciones para emitir determinado rango de facturas, etc. La seguridad de esos documentos, así como los procedimientos para comprobar su autenticidad o vigencia, es variable; también lo es su propósito. Algunos están ahí para ser verificados por funcionarios de la administración, tributaria o de seguridad social. Otros están destinados a que sean los clientes de esos establecimientos los que puedan verificarlas al momento de, por ejemplo, recibir una factura.
La AFIP está buscando que todos, sí todos, esos documentos vayan a parar al cesto de la basura. En su lugar, se utilizaría solo uno: La Data Fiscal. Un documento que incluye pocas cosas: en caracteres apropiados para los humanos, mínimos datos de identificación del establecimiento; y en formato fácil de reconocer, pero difícil de leer sin ayuda, una mancha. Ésta es fácil de entender para varios dispositivos como, por ejemplo, teléfonos inteligentes o tabletas. Con la lectura de esa mancha, utilizando su teléfono inteligente, un cliente cualquiera puede obtener información como el nombre del contribuyente, su identificación, si está habilitado, si puede emitir facturas, si usa facturas electrónicas, o el número de empleados por él registrados en el sistema de seguridad social. Adicionalmente, y más importante, con botones convenientemente ubicados en la pantalla, el cliente puede reportar en el propio lugar con un click, si la dirección física del establecimiento no corresponde a la del lugar donde uno se encuentra; si es visible la presencia de más empleados que los registrados; o si al realizar una compra no recibió factura.
La limpieza visual del espacio en la caja ya es ganancia pero, según se informó en el lanzamiento, en Argentina, más del 25% de las personas ya poseen un teléfono inteligente, por lo que el número potencial de “agentes encubiertos” es más que considerable. No conozco detalles de mecanismos orientados a motivar a los ciudadanos comunes a utilizar ampliamente el sistema, y no solo cuando, por ejemplo, en algún negocio le dieron a uno un trato demasiado malo. Pero con certeza serán rápidamente adoptados por contribuyentes que esperan no tener dificultades con los créditos asociados a sus compras, o por aquellos ciudadanos que quieren validar que el impuesto al consumo que pagan en efectivo tenga una mayor probabilidad de arribar a buen puerto.
Por supuesto, los funcionarios de la Administración Tributaria tienen, al capturar el QR Code, acceso a más información que el resto del público. Información apropiada para cumplir sus funciones, incluyendo recomendaciones sobre determinadas cosas que pueden o deben ser verificadas. Adicionalmente, con la sola lectura, la AFIP tendrá acceso al lugar donde se encuentra el funcionario geo-referenciado y la hora exacta, en que se realizó una determinada visita. Es claro que el control de la gestión de esos programas de barrida alcanzan así un nuevo estadio, un salto cualitativo.
Pero la AFIP está incursionando también en desarrollar una estrategia adicional de control. No se trata de sustituir los procesos existentes de fiscalización, sino de complementarles con acciones ex-ante dirigidas, no a detectar y sancionar, y sí a prevenir el hecho antes de que ocurra. No se trata de contratar a los videntes del Reporte de Minoría, la película de Steven Spielberg, sino de implementar acciones en el que se requiera consultar algo o pedir una autorización para hacer algo, antes de hacerlo. Entre estas, está una relacionada con la venta de inmuebles costosos y vehículos de alta gama. En el caso de la venta de inmuebles, el notario o escribano, que hoy ya debe informar a la Administración sobre estas operaciones con frecuencia determinada, pasará a reportar cada operación en línea. Así, para que la venta del inmueble pueda proceder, dos cosas deben ocurrir: el inmueble en cuestión deberá aparecer identificado en la declaración patrimonial del vendedor, llamada de Bienes Personales; y el comprador deberá tener, reflejada en su declaración de renta o en su declaración patrimonial últimas, una capacidad contributiva acorde a la del valor del monto de la transacción. En el mismo sentido, la transferencia de vehículos de alta gama, requerirá estas mismas condiciones antes de que el registro de vehículos permita completar la transacción. Si no ocurre así, algunas explicaciones deberán ser dadas ante la administración tributaria.
Así que, de ahora en más, es probable que alguna persona, o tal vez más de una, deba empezar a responder la pregunta con que se titula este post: ¿Seguro no tenés nada que contar sobre esa Ferrari?
Saludos y suerte.
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5 comentarios
Se puede incluir el ejemplo de los colegios, que ahora deben informar a la AFIP. Claro, por que se un ciudadano es un evasor de renta, y paga escuelas privadas de alta renta a sus hijos, seguramente será mejor para él perder una eventual deducción a la base de renta por pago de la escuela do que usar esta deducción y para esto, tener que informar al fisco que paga escuelas, no compatibles con su renta declarada. así, para encontrar este dato oculto las Administraciones Tributarias deben recibir las informaciones de las propias escuelas.
Esto se aplica para la comprar de bienes suntuosos, de alto lujo, para el gasto con empresas de tarjetas, etc.
Excelente , solución q multiplica los auditores fiscal a un numero imposible, q todos se involucren con o fisco y q sepa sus derechos y responsabilidad,
Com un BI bien desarrollado los cruces de información pueden en tiempo real alertar en fisco y llegar un correo a la tienda informando a deuda con o fisco y el riesgo eminente de fiscalización hacer el contribuyente trabajar de forma correcta en sus cumplimiento fiscal
Excelente idea q debe ser desarollada en detalle
La informalidad, definida en su falta de registros fiscales de identidad y ubicación, penetra en la demanda de las clases menos pudientes con “bajos precios” , muchas veces como consecuencia del incumplimiento de obligaciones en los tributos destinados a sustentar los presupuestos de educación, salud y seguridad. Obviamente quienes así operan lo hacen sin identificación ni ubicación conocida y sin facilitar al control fiscal el conocimiento de sus actividades.
Es significativo el crecimiento de la actividad económica de los mercados informales en los países latinoamericanos, medran compitiendo deslealmente con los que acatan su deber de contribución y transferencia de los fondos percibidos por tributos a los consumos.
Estos mercados que suelen contar con el “guiño” o la resignación de alguna autoridad política, se dispersan rápidamente sobre los centros poblacionales territoriales, sin que exista fiscalización y sanción posible que los disuada.
El espectacular avance tecnológico de la actualidad, soporte inigualable de acciones de verificación en los mercados formales, de la investigación de hechos ilícitos de su actividad económica y de detección de los informales, no alcanza para lograr transparencia en la demanda de una sociedad culturizada en la informalidad.
Yo dije que Minority Report representaba mas lo que podría ser una Adm Tributaria de fines del Siglo XXI.
En mi país se llama Registro Único de Contribuyentes (RUC), que es el documento de identificación tributaria inscritos en el Padrón de la Administración Tributaria, en éste se visualiza las autorizaciones de comprobantes de pago (facturas, boletas de ventas, recibos por honorarios), dependiendo del tipo de contribuyente y régimen tributario ya sea por renta de tercera o renta de cuarta (trabajadores independientes) y por otro el sistema de Red Bancaria en el cual a través de la pagina web de la AT ingresa las declaraciones pago de sus obligaciones tributarias, es decir la AT, está logrando mejorar sus sistemas de control en cuanto al control de autorización de comprobantes de pago, cuyo servicio de impresión es realizado por empresas inscritas en el Padrón del Registro de Imprentas de la SUNAT, las cuales han asumido la responsabilidad del cumplimiento de los requisitos y condiciones para el servicio de impresión de comprobantes de pago.
Y, actualmente la AT ha implementado vía virtual la autorización de emisión de los comprobantes electrónicos y de la apertura de los Registros y Libros Contables, el cual son avance notable para ir desterrando entre otras debilidades del cumplimiento a personas inescrupulosas que ofrecen la venta de comprobantes de pago sin el mas mínimo reparo incluso también a través del internet, pues ese el futuro de las Administraciones Tributarias es, virtualizar todas sus operaciones.
Lo que si es un saludo a la bandera en mi país, la licencia de funcionamiento otorgada por el Municipio o Dirección Regional de Comercio, Industria y Turismo, el certificado de saneamiento ambiental otorgado por la Dirección de Salud o el de certificación que realiza Defensa Civil; pues estas entidades nunca aparecen dejan hacer y dejan pasar, y solo reaccionan cuando sucede una situación grave como por ejemplo el accidente de un camión que fue convertido en ómnibus para el transporte de pasajeros y en esa desgracia enluto a muchas familias, o cuando en un restaurant vendió a sus comensales alimentos descompuestos que provoco cientos de intoxicados, etc…,
Como dice uno de sus asiduos leyentes, presumiblemente alguno de estos funcionarios del estado les hizo un guiño.