Algunos eventos consecutivos a la ratificación del Tratado del Clima, pertinente para las administraciones tributarias
El Acuerdo de Paris sobre el Clima está ahora oficialmente ratificado
Entra en vigor el próximo 4 de noviembre de 2016. El sitio oficial de las Naciones unidas anuncia que: “El Acuerdo de París entrará en vigor treinta días después de la fecha en la que al menos 55 Partes en el Acuerdo representando al menos aproximadamente el 55% del total de las emisiones globales de gases de efecto invernadero hayan depositado sus instrumentos de ratificación, aceptación, aprobación o adhesión ante el Depositario”. Entre otras grandes naciones, Estados Unidos, China, Brasil, India y la Unión Europea ratificaron el Tratado. Como se sabe, el tratado no obliga a las partes seguir una estrategia unificada para lograr la mitigación de las emisiones de gases en cada país. Sin embargo, a nivel político global, un precio o impuesto a las emisiones de carbono es un camino ampliamente divulgado para implementar los compromisos ambientales de los grandes países emisores de carbono, aunque no es la única opción
Esta semana, Canadá anuncio un plan nacional de tributación del carbono. El primer ministro Justin Trudeau anunció un impuesto nacional, a partir de C$ 10 ($8) por tonelada en 2018 y llegando a C$ 50 por el año 2022. La revista “National News” escribe en su editorial al respecto [1] : “Al pasar a reforzar la política nacional sobre el cambio climático, el gobierno tuvo que lidiar con el hecho que algunas provincias ya han fijado precios al carbono. El gobierno necesitaba un esquema que abarque a estos sistemas mientras empuja las otras provincias para ponerse al día. El primer ministro ofreció a las provincias esta opción: Sigue con su propio enfoque, con tal de reducir las emisiones de manera similar al nuevo impuesto nacional, o deje el gobierno federal percibir la tasa y devolverle los ingresos del impuesto. Con esto se logran varias cosas. Se le dice al mundo que Canadá quiere cumplir con sus compromisos. Se anuncia que incluso una economía dependiente de la extracción de energía puede imponer un impuesto sobre el carbono. Lo mejor de todo, muestra que un impuesto sobre el carbono no tiene por qué ser una captación de recursos fiscales adicionales: La política puede ser neutral para los ingresos.”
Frente a estos eventos, en el CIAT podemos recordar que nuestra misión es de administración tributaria, no de política tributaria; sin embargo las iniciativas de los países se van multiplicando para implementar las promesas contenidas en el acuerdo del Clima, y más fundamentalmente para conservar nuestra planeta con un clima sostenible.
El cambio climático tiene efectos económicos enormes y estamos en el inicio de las estimaciones de dichos efectos.
Por ejemplo, los riesgos de quebranto de la cadena alimenticia de un estado por causa de eventos climáticos excepcionales van aumentando. Estos fenómenos afectarían, sin duda, la recaudación de ingresos del estado en las zonas afectadas. ¿Tienen las administraciones tributarias de América Latina planes de contingencia para estimar este tipo de contingencias? Para dar un ejemplo, la administración tributaria de Nueva Zelandia divulgó planes de medidas suspendiendo o ajustando las políticas fiscales en las zonas afectadas por un terremoto.
“En la hora actual, todo grupo empresarial internacional, o cualquier estado que prepara planes de desarrollo o planes de negocio y no evalúa el impacto del cambio climático, vive en otro planeta. Según Forbes [2] , el riesgo climático se extiende y puede provenir de direcciones imprevistas, incluyendo daños por tormentas e inundaciones costeras, mientras las empresas fuera del sector de la energía pueden estar menos preparados para enfrentarlo…. el primer paso, es reconocer la posibilidad de que existe un riesgo o una oportunidad -que podría haber oportunidades y luego preparar un proceso, hacer una evaluación, averiguar lo que significa.”
Las perturbaciones en las actividades económicas causadas por el cambio climático pueden tener repercusiones significativas sobre las recaudaciones de las administraciones tributarias. Por ejemplo, si las actividades de viticultura de Chile y de Argentina o los cultivos de café de las zonas costeras tropicales tienen que cambiar de nivel de altura debido al cambio climático, se darían disrupciones en los ingresos relacionados con estos sectores. ¿Cómo evaluar el impacto fiscal para cada país de la transición global de las energías fósiles hacia las energías renovables?
En los dos últimos meses, el CIAT ha participado en eventos de reforma fiscal ambiental: El 24 y 25 de Agosto de 2016, en Guatemala, el Sr. Márcio Verdi, Secretario Ejecutivo del CIAT, participó en el foro-taller organizado por la cooperación alemana GIZ y la CEPAL, “Intercambio de experiencias y perspectivas en impuestos ecológicos en Salvador y Guatemala.
En Panamá, la última semana de septiembre, pude participar en el taller LEDS LAC, “Avanzando hacia un desarrollo resiliente y bajo en emisiones: implementando el acuerdo de Paris” [3] , que fue organizado de manera conjunta con el Foro Latinoamericano del Carbono 2016 (FFLAC), proporcionando espacio para que los oficiales de gobierno, de organizaciones internacionales, de ONG y otros actores…puedan compartir experiencias y mejores prácticas, identificar retos comunes, fortalecer capacidades y establecer nexos de colaboración.
La implementación de planes de desarrollo y de mitigación climática requiere en cada estado una colaboración entre sector público y sector privado, y particularmente entre autoridades ambientales, energía, Salud y Finanzas Publicas. Al respecto, el desarrollo de la tributación ambiental y la mitigación de riesgos para las Finanzas Publicas requieren el desarrollo de capacidades dentro de las administraciones tributarias; un aspecto que el CIAT no puede dejar al margen. Los efectos potenciales del cambio climático sobre la administración de ingresos públicos son demasiado importantes para ser ignorados.
[1] Bloomberg News, Editorial board: National carbon tax, a model that should be widely copied around the world, National post, October 10, 201
[2] Mac Mahon, Jeff, “93% of Public Companies face climate risks; only 12% have disclosed it”, Forbes, Jul.13, 2016
[3] Ver la presentación del evento de la Plataforma regional LED LAC
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2 comentarios
Estos son temas que están tomando cada vez más auge, además hay que concientizar a las autoridades, me parece muy bien que estes participando Andre. Saludos
Buenas noches.Interesante una lectura sobre la conservación de nuestro planeta con un clima sostenible. Otra lectura que puede ampliar el conocimiento del tema es la Publicación de la CEPAL en el 2015 sobre la Reforma fiscal Ambiental, entre varios temas precisos se señala que los subsidios a la energía, son un fenómeno mundial. Muchos países de América Latina y el Caribe continúan otorgando subsidios generalizados que benefician el consumo de los productos derivados del petróleo, el gas y la electricidad. La mayor parte de los países comienzan a aplicar subsidios para suavizar el impacto en la economía doméstica de aumentos importantes de los precios del petróleo (los cuales también afectan los costos de generación de electricidad), o luego de devaluaciones de sus tasas de cambio. La preocupación por el consumo mundial de hidrocarburos y sus repercusiones sobre la contaminación plantea la duda sobre las razones por las que determinados países mantienen los subsidios y/o impuestos, como parte de los instrumentos de políticas públicas para fomentar la demanda de la gasolina y diesel, cuando las nuevas condiciones internacionales señalan la necesidad de contenerla o frenarla por medio de instrumentos fiscales o sustituirla por fuentes de energía menos contaminantes (Rio+20, Naciones Unidas, 2012) (Mendoza, 2014).( http://repositorio.cepal.org/bitstream/handle/11362/39782/1/S1501147 es.pdf). Pero el problema es más amplio todavía para lograr la conservación de nuestro planeta. The Ocean Clean up dice que hay Islas de basura flotante a la deriva según esta misma fuente, la concentración de este material es muy alta, y en conjunto se extiende por los océanos del mundo flotando a través de millones de kilómetros cuadrados y pesando unos 500.000.000 de kilogramos, de los cuales 140.000.000 de kilogramos corresponden a la isla de basura del Pacífico, también están los derrames de líquidos contaminantes, las aguas residuales y otros fuentes contaminantes. Luego hay solo dificultades para crear un santuario ballenero en el océano Atlántico Sur. Un área que protegería a por lo menos 50 especies de nuestras ballenas y delfines. Las Administraciones Tributarias también podrían fiscalizar de algún modo en el tema de los cazadores informales de ballenas y que evaden impuestos. Los funcionarios públicos deben ser consecuentes, coherentes con lo que se dice y escribe en ese tipo de reuniones de Conservación de nuestro planeta con un Clima Sostenible. http://kirk-douglas-z.blogspot.pe/