Hace unos días, mi compañero y amigo en el Centro Interamericano de Administraciones Tributarias (CIAT), Francisco Beiner, se ha jubilado, tras más de 30 años de servicio en esta Institución, además de haber desarrollado una importante carrera dentro de la Administración Tributaria de su país, Chile. Para mí, que he compartido de manera intensa, los últimos tres años con él, en el CIAT, ha sido un honor poder aprender de su saber hacer y de sus amplios conocimientos sobre las Administraciones Tributarias de América Latina y Caribe.

Si tuviera que destacar algunas de las cualidades de Pancho, como le conocemos los más próximos, debo reseñar, en primer lugar, que este caballero es un servidor público que apoya, sin ambages, a los países miembros del CIAT, y que lo adornan, fundamentalmente, los valores de la eficiencia, la generosidad y la lealtad.

La eficiencia, porque no hay más que ver cómo se han desarrollado siempre los eventos organizados por CIAT y, dentro de ellos, especialmente, las Asambleas y las Conferencias en las que la dedicación, el cariño y el esmero que siempre puso Pancho en su implementación fueron fundamentales para que, siempre funcionaran como un reloj y para que, todos los Administradores Tributarios y sus acompañantes se sintieran queridos y respaldados. En todo momento, estuvo pendiente del más mínimo detalle, logrando que las personas de muy distintos países y culturas se sintieran como en su casa.

La generosidad, porque todos los conocimientos que atesora y, créanme que son muchos, los comparte con todos sus colegas y colaboradores con el objetivo de que las cosas funcionen de manera perfecta. El buen humor y el trato educadísimo con todos son una seña de identidad en su proceder ante cualquier interlocutor, independientemente del puesto que ocupe dentro de las múltiples Organizaciones que se relacionan con el CIAT.

La lealtad, porque el apoyo sin condiciones a los Secretarios Ejecutivos del CIAT ha sido fundamental para que, todos ellos hayan podido cumplir su labor de manera exitosa. A estos efectos, permítanme que haga una mención especial, al período que me ha tocado vivir más intensamente y en el que la pareja formada por el secretario ejecutivo, y el Director de Relaciones, Instituciones y Operaciones, Marcio Verdi/Francisco Beiner, han formado un equipo de primerísimo nivel que ha permitido que el CIAT realizara una labor excelente con sus países miembros y con otros países que también solicitan ayuda y consejo. Desde la óptica económica y presupuestaria, el CIAT puede ver el futuro de una manera tranquila y confiada, fruto de la buena gestión realizada a lo largo de los años.

Por todo ello, será difícil sustituir a Pancho, pero las organizaciones tienen que estar por encima de las personas, y seguro que, entre todos, lograremos atender las necesidades de la organización de manera correcta. En todo caso, me parece fundamental, que tratemos de preservar en CIAT el magnífico ambiente que se respira y que tiene mucho que ver, con el trabajo realizado por Pancho a lo largo de más de tres décadas.

Qué orgullo haberte conocido y haber podido compartir tantos buenos momentos, tanto en lo personal como en lo profesional. Te deseo lo mejor en esta nueva etapa con tu mujer, Jimenita, y con toda tu familia, mi querido amigo.

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