Los juegos criptográficos basados en la Web 3.0 y la tecnología blockchain atraen a un público diverso y cada vez más numeroso. Las transacciones de juegos alcanzaron los 7.400 millones, un crecimiento del 37 % con respecto al año anterior y un asombroso 3260 % ​​desde 2020.

En 2022, en promedio, 1,13 millones de billeteras activas únicas se conectaron diariamente a dapps [1] de juegos. Eso es un aumento del 60% con respecto a los números de 2021 [2].

Estos criptojuegos a menudo ofrecen elementos del juego en forma de tokens y NFT, que pueden intercambiarse fácilmente en los criptomercados por otras criptomonedas. Se trata de un fenómeno en constante evolución y con muchos aspectos por definir aún, entre los cuales se encuentra su tributación.

Mediante el presente intento realizar un análisis preliminar del tema para formular luego reflexiones finales.

Juegos Criptográficos

Una de las principales razones por las que las personas eligen jugar juegos criptográficos es para ganar dinero. Muchos de los juegos de criptomonedas ofrecen recompensas en forma de NFT, es decir te convierten en el propietario. Los NFT recopilados pueden ser avatares de jugadores, personajes, criaturas, elementos especiales o cualquier otro artefacto.

Estos NFT se pueden intercambiar o vender en otras plataformas, sea en efectivo o en criptomonedas. Además, se puede conservar estas recompensas hasta que encuentre el momento adecuado para cobrarlas.

Existen distintos juegos criptográficos como los «Gane jugando» (Play-to-earn  — P2E) y los «Gane moviéndose» (Move-to-earn – M2E)

Los P2E brindan a los usuarios la oportunidad de ganar activos, típicamente NFT [3], por lo que es esencial jugar en el marco de una cadena de bloques.

Axie Infinity, Aavegotchi y The Sandbox son ejemplos de juegos P2E [4].

Axie infinity es un juego de video en línea soportado en blockchain tanto con una moneda propia para el juego como en NFTs para los activos del juego, cuyo sistema económico utiliza criptomonedas basadas en Ethereum tanto para entrar en el juego como para convertir las transacciones. Las transacciones pagan al operador del mercado, la compañía creadora del juego, un porcentaje de comisión. En las Filipinas, donde se encuentran buena parte de los jugadores, se ha establecido que ingresos derivados del juego son sujetos de impuesto.

Aavegotchi es otro ejemplo de un juego P2E. Se describe a sí mismo como un protocolo de juego NFT de propiedad comunitaria de código abierto. Los usuarios pueden emprender aventuras como fantasmas pixelados, lo que recuerda a los juegos de Tamagotchi.  Se puede ganar tokens con minijuegos, intercambiar Aavegotchis o comenzar con la agricultura de rarezas.

The Sandbox ofrece a sus usuarios una experiencia de juego única que les da un adelanto de cómo probablemente será el Metaverso. Los usuarios pueden jugar, crear, construir y poseer el futuro. Mientras disfrutan de la experiencia inmersiva, los usuarios pueden monetizar el juego creando, invirtiendo y ganando activos en el juego.

En cambio, en los juegos Move-to-earn (M2E) se combina el movimiento físico, los juegos y la obtención de criptomonedas en la cadena de bloques.

Move-to-earn se disparó durante el apogeo de la pandemia de COVID-19. La mayoría de la gente estaba en casa, sentada y pasando su tiempo detrás de la pantalla. Dado que moverse con frecuencia es fundamental para la salud, M2E se hizo muy popular.

Es una nueva forma de recompensar a los usuarios por levantarse y comenzar a moverse mientras usan la tecnología. La esencia es que en función de los movimientos que se hacen se permite ir ganando la criptomoneda . Ejemplos de juegos de movimiento para ganar son STEPN, Sweatcoin y MetaGym [5].

STEPN nace para hacer que los usuarios sean más saludables y ricos poniendo cada pie delante del otro.  Si los usuarios quieren comenzar a usar STEPN, deben invertir en un par de zapatillas STEPN comprando un NFT.

Cuando realiza el primer paso, es importante moverse y realizar un seguimiento de sus pasos con GPS. El valor obtenido en el juego, en la criptomoneda interna, se puede cambiar por activos dentro del juego o por otras criptomonedas más adelante.

En el juego Sweatcoin los usuarios ganan sus monedas corriendo, caminando y, sobre todo, sudando. Cada 1000 pasos que des, obtendrás una recompensa en SWEAT, la moneda nativa de la plataforma.  El objetivo de sus creadores es reducir los miles de millones de dólares en costos de atención médica haciendo que las personas estén más saludables.

Finalmente, MetaGym brinda la posibilidad de ganar dinero mientras se mueve el cuerpo a través de una aplicación e incluso una aplicación de reloj inteligente. Los usuarios ganan criptomonedas mientras completan tareas como terminar el entrenamiento cardiovascular o de fuerza o dormir bien.

Desafíos en torno a su tributación

Aún existen muchas zonas grises en torno a la tributación de los juegos virtuales criptográficos.

Sin embargo, no cabe dudas que las recompensas de juegos P2E o M2E, como ganar tokens jugando juegos, airdrop de una compañía de juegos y apostando activos en el juego para obtener ingresos pasivos, podrían considerarse ingresos gravados en el impuesto a la renta o transacciones sujetas al IVA conforme a la legislación de cada país.

Del mismo modo, la compra de un activo del juego con criptomonedas, la venta de activos del juego y el intercambio de un activo del juego por otro podrían considerarse como ganancias a efectos fiscales conforme a la legislación vigente en cada país.

Cabe destacar que estos intercambios pueden realizarse dentro o fuera de los juegos, con lo cual la complejidad se acrecienta.

Asimismo, las tenencias de criptoactivos obtenidos en los juegos deberían incluirse para fines de la determinación de los impuestos patrimoniales vigentes.

En muchos países existen impuestos por los juegos de azar (premios, sorteos, loterías, etc.) por lo que habrá que determinar en función de la legislación vigente si las ganancias obtenidas en los juegos virtuales se incluirían en dichos impuestos o en el impuesto a la renta.

Otra dificultad se presenta porque muchos juegos criptográficos actualmente no envían a los usuarios un registro de su historial de transacciones. Eso significa que la carga recae en los contribuyentes para mantener un registro preciso de sus transacciones para luego así poder valorarlas correctamente a los fines tributario.

Uno de los desafíos de la fiscalidad de los juegos criptográficos es determinar qué jurisdicciones tienen derecho a gravar las transacciones digitales, en tal sentido es probable que la complejidad y la velocidad de adopción de estos tipos de juegos exacerben los problemas existentes relacionados con la economía digital.

Un tema no menor es que en muchos de estos juegos participan menores de edad. Por ello en cada país se debería definir quien declarará estos ingresos, si por ejemplo serán los padres del menor de edad.

Sin dudas uno de los mayores desafíos para los Estados y sus administraciones tributarias es el de identificar este tipo de operaciones, a los distintos sujetos intervinientes, así como las distintas operaciones que se realizan.

Existen en algunos países hoy vigentes regímenes de información donde los proveedores de servicios virtuales deben informan las operaciones. Sin embargo, hoy la gran limitación para los Estados es que solo tienen el poder de exigir que los sujetos que residen en sus jurisdicciones reporten sus operaciones, incluyendo las que utilizan criptoactivos. No tienen la facultad de regular los regímenes de información que obligarían a los proveedores de servicios virtuales no residentes a reportar tales operaciones. La OCDE ha propuesto un marco de reporte de información de operaciones con criptoactivos (CARF) [6], que operará en un esquema similar al CRS [7].

Está claro que además de estos desafíos se presentarán muchos otros con su desarrollo, incluso en otros ámbitos como en el lavado de activos y los ciberdelitos.

Reflexiones finales

Los juegos criptográficos ya están produciendo ingresos en forma de criptoactivos por lo hoy por hoy cada país con su legislación vigente debe determinar si se están produciendo hechos imponibles objeto de tributación, ya sea en los impuestos a la renta, patrimoniales o consumo.

Para poder determinar su correcta tributación es necesario conocer profundamente la “realidad económica” de los negocios y actividades, para lo cual los Estados y las administraciones tributarias deben trabajar en forma conjunta con el sector privado analizando la cuestión fiscal como un aspecto más dentro de toda la normativa a desarrollar.

Varias jurisdicciones se encuentran trabajando para definir la tributación de los distintos tokens criptográficos, donde existen guías u orientaciones fiscales de cada uno de los distintos tipos de tokens y las operaciones más frecuentas, soportando además un servicio de consultas y publicando las respuestas para contribuir con la certeza y la seguridad jurídica.

En definitiva, ante un fenómeno global como lo son los nuevos modelos de negocio de la Web 3.0 con los tokens criptográficos sería conveniente que los Estados acuerden tratamientos fiscales uniformes a las operaciones con criptomonedas y demás tokens criptográficos como los NFT y restantes actividades de los juegos virtuales o que se desarrollan en el metaverso, incluyendo un marco común de reporte de información como el mencionado CARF.

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[1] Aplicaciones decentralizadas

[2]  Para ampliar ver https://dappradar.com/blog/dappradar-x-bga-games-report-2022-overview

[3] https://cointelegraph.com/explained/play-to-earn-vs-move-to-earn-explained?s=03

[4] Existen muchos juegos criptográficos además de los citados. Para ampliar ver por ejemplo https://www.business2community.com/es/juegos/mejores-juegos-play-to-earn

[5] Existen muchos juegos M2E para ampliar ver https://geekflare.com/es/move-to-earn-m2e-crypto-tokens/

[6] Para ampliar ver “Nuevo régimen de intercambio internacional de información de operaciones con criptoactivos” CIAT Blog https://www.ciat.org/nuevo-regimen-de-intercambio-internacional-de-informacion-de-operaciones-con-criptoactivos/

[7] Common Reporting Standard

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