De mayor quiero ser… “funcionario de Hacienda” (una visión desde España)

La condición de “funcionario” en España se otorga a la persona que ha superado un proceso de selección para trabajar en la Administración Pública y desempeña un empleo público.

A todos nos han preguntado de pequeños qué queremos ser de mayor…. La respuesta tradicional es médico, policía, bombero, futbolista o astronauta. Pero seguro que ningún niño o niña respondería “inspector de hacienda” o “interventora del Estado”. Bueno, salvo la hija de una compañera inspectora que jugaba con sus amigas a las tiendas y les pedía, cada vez que les compraba algo, una factura con IVA (en España la tradición dice que la educación se aprende en casa).

Conforme crecemos, la realidad y la racionalidad acaban con nuestras ilusiones de la infancia y, el que no tiene una vocación muy marcada, acaba tomando caminos muy diferentes a los que soñaba (en el caso del que quiere ser futbolista, es la realidad la que te pone en tu sitio y te das cuenta de que eres un tronco; entonces pasas a creerte entrenador virtual de tu equipo favorito.…). Elegimos una carrera (un grado, un Máster, un Postgrado) y vamos viendo las materias que más nos encajan, unas veces porque se nos dan bien y otras porque encontramos un referente (profesor, familiar, amigo…. ) que nos informa y nos arroja un poco de luz sobre lo que nos espera. Y es ahí donde uno toma realmente la decisión que va a marcar el resto de su vida. A qué se va a dedicar los 40 largos años que, en condiciones normales dura una vida profesional.

En ese momento, en España debes hacerte las preguntas clave: ¿por qué no trabajar para la Administración? ¿por qué no en Hacienda?. En España para entrar a trabajar en el Sector Público debes hacer lo que denominamos “oposiciones”. Se trata de una convocatoria Pública para seleccionar a los mejores de una secuencia de exámenes entre todos los aspirantes que se presentan. Los requisitos son sencillos, ser español, tener el título universitario mínimo exigible y presentar la solicitud. Lo difícil viene después. A los exámenes se presenta todo el que lo pida y cumpla los requisitos y podemos afirmar que se trata de un proceso de selección regido por la igualdad, el mérito y la capacidad, de principio a fin. No hay amiguismos, no hay “enchufes” solo entra quien lo merece. Se presentan muchos para pocas plazas y normalmente necesitas años para prepararlos. Por eso, muchas personas dan la misma respuesta cuando les preguntas por qué no lo intentan: sí, estaría muy bien, pero las oposiciones no son para mí. Yo no aprobaría. Y lo que no saben es que eso no es verdad. Los que somos funcionarios sabemos bien que estudiar oposiciones supone mucho esfuerzo, pero ni somos más listos que los demás, ni tenemos “superpoderes”. Simplemente nos hemos puesto un reto y hemos tenido la constancia y el tesón para conseguirlo. No necesitas más que disciplina y cabezonería y por qué no decirlo…. Que las musas te sonrían. Pero si insistes, acaban sonriéndote seguro.

Hay tres factores que toda persona debe considerar a la hora de plantearte ser funcionario de Hacienda en España.

El primero, si estás dispuesto a sacrificar los años necesarios para preparar los exámenes de la oposición. En mi caso personal y creo que en el de todos los que nos enfrentamos a las oposiciones, empiezas con mucha ilusión, la materia elegida te gusta (en mi caso, la fiscalidad) y, la verdad, no me costaban demasiado las largas jornadas de estudio. Luego pasan las semanas, los meses e incluso los años y uno empieza a dudar al ver a los amigos ya trabajando. Pero la realidad es que, aunque el esfuerzo es enorme, la disciplina y el amor propio hacen el resto… y por supuesto, el hecho de contar con buenos preparadores y compañeros que te animan.

El segundo factor fundamental es conocer qué te espera cuando apruebas la oposición. Por un lado, ser funcionario es ser servidor público. Yo pienso muchas veces que, en Hacienda, igual no somos la primera línea de la función pública, no somos sanitarios, ni policías ni bomberos… pero sin el trabajo que hacemos, en recaudación de impuestos y en la buena gestión del gasto público no es posible tener la sociedad que tenemos. Pero, además de ese componente moral, la Administración del Estado es el máximo exponente de la conciliación familiar, la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres y la compatibilidad entre vida profesional y personal. En los 23 años de funcionario, no he visto ni un solo caso en el que se haya discriminado a alguien por su género, ni se haya limitado la carrera profesional por tener hijos o mayores a cargo. Todo lo contrario, la conciliación familiar, es uno de nuestros pilares. Los horarios son lógicos y flexibles. Por supuesto tenemos que hacer las horas que corresponden y hay mucho trabajo, pero la vida personal, la conciliación y la flexibilidad horaria se respetan siempre. Por otra parte, uno no se hace “rico” en la Administración, pero las retribuciones son suficientes para vivir de forma cómoda. Y por supuesto, el puesto de trabajo es seguro, puesto que la condición de funcionario se mantiene para toda la vida salvo por circunstancias excepcionales.

Y el tercer factor es decidir a qué me voy a dedicar. ¿Por qué Hacienda? Pues lo primero es que la materia, te guste obviamente. Esta es condición necesaria, pero también matizar que cuando se habla de Hacienda se habla de un mundo con muchísimas opciones, la Aduana, la Inspección, la recaudación, el catastro, la Auditoría Pública, etc. En el caso del Ministerio de Hacienda en España, tenemos la posibilidad de cambiar de puesto y buscar el tipo de trabajo que se adecúe a nuestras preferencias (es fácil moverse dentro de la casa y es fácil probar distintos puestos antes de llegar al que más te gusta). También es sencillo moverse dentro de la geografía española y, por otra parte, el Ministerio es posiblemente la punta de lanza en la Administración en materia de transformación digital y nuevas tecnologías.

A esto se une el hecho de que en Hacienda tenemos el privilegio de contar con la Escuela de la Hacienda Pública del Instituto de Estudios Fiscales. Una vez que apruebas la oposición, pasas a realizar un curso de especialización en el área a la que has opositado en la que los conocimientos y actitudes demostradas en la oposición se complementan con una formación en competencias para aplicar tus conocimientos, una visión estratégica e institucional de tu futuro puesto de trabajo y una etapa en la que haces “promoción” con los compañeros que te van a acompañar toda la vida tanto a nivel profesional como, muchas veces, también personal. Los amigos de la promoción son para siempre e incluso sale más de una boda en cada curso (aunque también algún divorcio). Tenemos que poner en valor que existen muy pocas instituciones y compañías en el mundo que tienen el lujo de formar a sus futuros trabajadores durante meses. Es la propia organización la que se encarga de preparar con suficiente tiempo y recursos, su talento humano.

Y el momento de opositar es ahora. Las previsiones de plazas ofertadas en los próximos años son fantásticas. De hecho, ya lo están siendo. Hacienda espera muchas jubilaciones en el corto plazo y hay que reponer las vacantes. Por lo que estamos en un momento único para conseguirlo. Ahora no compites con nadie por una plaza, sino más bien contigo mismo para llegar al nivel exigible.

En definitiva, la opción de ser funcionario de Hacienda, aunque no estaba en nuestros planes cuando éramos niños, es una oportunidad de tener una vida personal y profesional magnífica. Por supuesto requiere un esfuerzo, las oposiciones son duras pero asequibles y la recompensa por aprobar te abre la puerta a una carrera profesional que te permite desarrollarte como persona en muchos aspectos y que además, se disfruta durante toda tu vida.

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Aclaración. Se informa a los lectores que los puntos de vista, pensamientos y opiniones expresados en el texto pertenecen únicamente al autor, y no necesariamente a su empleador ni a ninguna organización, comité u otro grupo al que el autor pertenezca, ni a la Secretaría Ejecutiva del CIAT. De igual manera, el autor es responsable por la precisión y veracidad de los datos y fuentes.

6 comentarios

  1. Eduardo Luis Manrique Arce Respuesta

    Buenas tardes Sr. Corral. Ha escrito un texto amable, descriptivo y persuasivo sobre la carrera de inspector de hacienda en España. En el Perú añadiríamos un adjetivo más a su texto, que se utiliza cuando algo nos gusta: es un texto bonito también. Si fuese joven y estuviese en España, luego de leer su escrito pues diría que sí, yo también quiero ser inspector de hacienda.

  2. brigite patiño Respuesta

    En las Administraciones tributarias no serás rico en dinero , pero la formación profesional y valores que adquieres te hacen muy valioso
    saludos desde Ecuador 🙂

  3. João Carlos Loebens Respuesta

    ¡Muy ligero y de fácil lectura – felicitaciones al autor!
    A uno que trabaja en la administración tributaria, leer un texto como este es como recibir una caricia en al corazón o en el ego. Qué bien leer un buen texto como ese, y olvidar todo lo malo que se habla de los servidores públicos en los medios de comunicación a partir de la ideología neoliberal, que busca el Estado mínimo para la gente y máximo para los ricos privilegiados.
    En esta línea, destaco la frase “… uno no se hace “rico” en la Administración, pero las retribuciones son suficientes para vivir de forma cómoda”. Tenía un jefe que decía algo semejante: vosotros, al decidiros por el servicio público, habéis decidido abrir mano de ser ricos, mismo que digan lo contrario en la prensa. El dinero es importante, por supuesto, pero no es todo – al final, ser reconocido, o recibir reconocimiento, quizás sea lo que le cause la mejor sensación a uno después de años dedicados a hacienda como funcionario.

  4. Anónimo Respuesta

    Hermoso texto, pues quiero que mis hijos sean así buscando el cumplimiento voluntario, yo puedo decir que a mi Administración Tributaria le debo mucho de mi formación y obviamente me cambio la vida particularmente yo nunca la tuve en mis planes ni siquiera la tenia en mi radar futuro, sin embargo la cosas no planeadas son los hechos inexplicables y maravillosos en la vida de una persona.

  5. Carlos Alberto Rodríguez Respuesta

    Saludos, excelente información, en Venezuela el estado también cuenta con una Escuela de Administración y Hacienda Pública, en donde se realizan estudios de pregrado y postgrados.

  6. João Carlos Loebens Respuesta

    En Brasil teníamos la ESAF – Escola de Administração Fazendária, criada el 08 de noviembre de 1973, pero (desgraciadamente) fue extinta en el primer día de la gestión del actual gobierno Bolsonaro, el día 01/01/2019 (Medida Provisória nr. 870), después de 48 años de existencia.

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