Diálogo regional sobre “El daño ambiental y los impactos negativos en las finanzas públicas de América Latina”
La Agencia para la Cooperación Internacional (GIZ) de la República Federal de Alemania en colaboración con la Organización Latinoamericana y del Caribe de Entidades Fiscalizadoras Superiores (OLACEFS) y su Comisión Técnica Especial de Medio Ambiente (COMTEMA) organizaron una actividad de intercambio regional en el ciclo “Fortalecimiento de la sostenibilidad fiscal a través del CIAT en América Latina y el Caribe y el Apoyo a la OLACEFS”, que se realizó el 6 y 7 de noviembre de 2014 en la ciudad de Asunción, Paraguay.
Tal como se desprende del programa adjunto, esta actividad contempló un foro de discusión sobre la temática: “El daño ambiental y los impactos negativos en las finanzas públicas de América Latina”. El cambio climático es considerado un desafío clave para el ambiente y el desarrollo sostenible en el siglo XXI. Afecta a todos los continentes y regiones. Los impactos del cambio climático amenazan con deteriorar los progresos alcanzados en términos de reducción de la pobreza y el logro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio. La financiación climática se refiere a los recursos financieros que se ponen a disposición de los países en desarrollo para ayudar a mitigar y adaptarse a los impactos del cambio climático. Por lo tanto, el financiamiento climático está constituido por todos aquellos flujos financieros destinados a la ayuda para la mitigación y la adaptación (incluyendo capacity building, investigación y desarrollo, mayores esfuerzos para facilitar la transición hacia el desarrollo sostenible y bajo en emisiones). Estas corrientes de recursos pueden ser públicas, privadas o público-privadas. El seminario al que se convoca no se trata de una capacitación, sino de un intercambio de experiencias sobre el presupuesto público como una de las herramientas de política pública más importantes -donde la retórica del discurso pasa a la realidad de los hechos y se muestran las verdaderas prioridades gubernamentales-, con la cual los gobiernos asignan recursos de manera transversal -a los diferentes ramos y unidades responsables- para la mitigación y la adaptación del cambio climático. En este sentido, es necesario que la rama ejecutiva rinda cuentas sobre su política de combate al cambio climático, para lo cual debe transparentar la información sobre los recursos que destina a este fin. La arquitectura del financiamiento climático global es compleja: la financiación se canaliza a través de los fondos multilaterales – como el Fondo para el Medio Ambiente Mundial y los Fondos de Inversión en el Clima -, así como cada vez más a través de canales bilaterales.
Participaron representantes de las Entidades Superiores de Fiscalización (EFS) de 12 países latinoamericanos, representantes de la CEPAL, de OLACEFS, CIAT y expertos en la materia de los países Costa Rica y Ecuador con el fin de presentar buenas prácticas.