Eficacia y Eficiencia
Dos conceptos a discutir
Estimados Amigos del CIATalk, quisiera en este texto provocar una discusión respecto a dos de los conceptos más usados en todos los sectores (publico, privado) y en todas las áreas productivas de la economía, los cuales son: la eficiencia y la eficacia y, en nuestro caso, aplicadas a las administraciones tributarias.
Por supuesto que el tema es tan amplio que nos demandaría un libro para abordarlo con la profundidad que amerita. Pero, por ahora, la idea es proveer la discusión sobre macro conceptos y, en blogs siguientes, ir profundizando los debates.
A mi entender, pensar en estos conceptos mirando una organización tributaria significa evaluar si la misma está cumpliendo con su Misión, en este caso – para tratar de un factor común a todas las AT – en hacer cumplir la Ley, o sea, recaudar todos los tributos que deberían resultar del marco legal aplicado a la base económica disponible, al menor costo para el poder público y para los contribuyentes. En otras palabras estamos diciendo que una administración tributaria eficiente y eficaz es la que alcanza a cumplir con su objetivo mayor: promover la evasión cero; y realizar esta función con el menor «costo de transacción», entendidos como el costo del cumplimiento y de la administración tributaria.
En esta línea, veamos…
Eficacia
Si ser eficaz es cumplir la ley y si vivimos en un mundo donde la evasión está presente en todas las administraciones tributarias, ¿pudiéramos concluir que estamos condenados a administrar organizaciones ineficaces? Por otro lado, si consideramos nuestra metas de recaudación, establecidas para fines presupuestarios, concluimos que en la mayoría de los casos somos más que eficaces, pues casi siempre o las logramos o incluso las superamos. ¿Cómo puede eso ocurrir? Por supuesto, porque, por más técnicos y científicos que sean los métodos de previsión de ingresos, y por más limpia y ajustada que sea la base usada para las proyecciones, y aunque trabajemos adecuadamente tanto de forma sectorial como individual las variables precio, cantidades y marco legal, nunca podremos saber con perfección, de ante mano, el comportamiento de los contribuyentes, los acontecimientos del día a día en la economía y, principalmente, el efecto gestión, que debe ser factor clave de cambio en una administración tributaria. Eso me lleva a pensar que no podemos titularnos eficaces por el único hecho de que hemos logrado la meta de recaudación establecida en el presupuesto, pues además de todos los factores mencionados anteriormente, esta meta carga consigo toda nuestra ineficacia histórica.
Entonces, si esta línea de pensamiento esta correcta, se debería evaluar la eficacia de una administración tributaria considerando, adicionalmente a la meta anual de recaudación, por lo menos dos otros factores: una meta de disminución de las índices de evasión e indicadores que comprueben la evolución de los métodos de gestión en todos los procesos básicos. Por supuesto que aquí ya pudiéramos abrir un fuerte tema de discusión, que pasa por la definición del Mapa de Evasión, por la implementación de técnicas que eleven la presencia fiscal y la sensación de riesgo, y por el establecimiento de técnicas de planeamiento y control de gestión, Temas que pudiéramos explorar en posts siguientes, apoyados por sus comentarios, criticas y pensamientos.
Eficiencia
Si ser eficiente es trabajar con el menor costo y permitir que los contribuyentes cumplan con sus obligaciones principales y accesorias también con el menor costo, estamos frente a un tema de definición y cálculo. ¿Cuál seria el costo mínimo de una administración tributaria? Y ¿cuál el costo mínimo (en tiempo, dinero, y eficiencia económica) esperado por los contribuyentes para el cumplimiento de sus obligaciones tributarias? Seguramente estamos frente a un problema muy complejo, sobre el cual hemos visto muchos estudios serios, pero muchas conclusiones equivocadas. ¿Cómo saber cual es el costo apropiado de una AT? ¿Podemos comparar administraciones tributarias? Seguro que sí, pero primero debemos encontrar administraciones similares, que ejecuten las mismas funciones y comparar estos costos con los grados de eficacia alcanzados por cada una de ellas. ¿qué es mejor, una administración con bajo costo e ineficaz, o una administración con un costo más elevado a la sociedad en términos presupuestarios pero con razonable grado de eficacia a los contribuyentes en los aspectos económicos de la tributación y burocráticos del cumplimiento? ¿o una AT 100% eficaz pero con un costo de transacción inaceptable para el sector público y para el sector privado?.
Una conclusión es cierta, existe una relación entre eficacia y eficiencia. El secreto esta en trabajar métodos, mejorar procesos, para aumentar la eficacia sin disminuir la eficiencia. O mejor, aumentar la eficacia y promover la eficiencia de forma conjunta, y como sabemos, esto es posible, y pasa por un proceso de madurez en la evolución de los procesos tributarios fundamentales, por medio de adopción de métodos modernos de tecnología y uso de la información, y elevado grado de capacitación y formación de personal, apoyados por un permanente intercambio de buenas practicas y experiencias exitosas aplicadas en otras administraciones tributarias.
Así bien, si queremos administraciones tributarias eficaces y eficientes, deberíamos primero darle, además de recursos humanos y materiales, las potestades para que pueda realizar su quehacer con máxima plenitud, y esto pasa por modernos métodos de procesamiento de datos y cruces de información, con pleno acceso a todas las informaciones de terceras partes , por el uso de la inteligencia fiscal y estudios tributarios para, junto con las informaciones recibidas de los contribuyentes, poder implementar y trabajar matrices de riesgo , que me permitan garantizar un alto factor de riesgo a los evasores y un bajo costo a los contribuyentes que cumplen con sus obligaciones de forma voluntaria.
De la misma forma debemos definir y establecer criterios mínimos de garantizar el crédito tributario, con adopción de efectivos mecanismos de cobranza apoyados, por supuesto, en modernas técnicas de registro de contribuyentes y procesamiento de declaraciones. También la modernización de la legislación para que se pueda promover, junto con la eficiencia administrativa, la eficiencia económica de la tributación, en sus conceptos de neutralidad económica, generalidad y otros principios básicos de la AT que están mas relacionados a decisiones de política tributaria.
Como he empezado, regreso a complejidad del tema, discutir la eficiencia y la eficacia nos lleva a una amplia lista de temas que casi nos lleva al campo de la confusión. Para evitar esta tamaña amplitud, quisiera, por lo menos en ese momento, centrar nuestra discusión en temas relacionados a la administración tributaria, a los procesos tributarios. Por supuesto que sabemos que hay una relación entre uno y otro concepto (política y administración). Pero, hasta por mis orígenes de economista, prefiero separar un poco los temas, para poder analizar algunas variables de forma individual. De manera que los temas relacionados a la eficiencia económica de los sistemas tributarios, como la tributación en cascada, la implementación de IVAs tipo Renta, tipo Producto y no del tipo Consumo; la adopción de funciones extra fiscales, de tributos heterodoxos, pretendo verlos tratados en otra oportunidad, ya que sabemos muchos de ellos son de pleno conocimiento de las administraciones pero no son factibles de ser ajustados a corto plazo por sus consecuencias directas en la recaudación inmediata.
En esa línea, quisiera seguir discutiendo, cómo, de qué forma, cuáles son los caminos para promover el cumplimiento voluntario por medio de la disminución del costo del cumplimiento de las obligaciones accesorias y, de la misma forma, cuáles son las técnicas, los recursos que necesitamos para promover la reducción de los inaceptables niveles de evasión.
Seguimos en nuestro próximo blog,
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15 comentarios
Varias administraciones tributarias han implementado, o tienen proyectos para hacerlo, tableros de comandos basados en indicadores que involucran elementos que van más allá que la medida exclusiva de la recaudación. Por ejemplo, hay indicadores sobre la calidad de los servicios, sobre la cartera de deudas, sobre las presentaciones de declaraciones, etc. El Secretario Ejecutivo plantea un tema relacionado también con el costo de cumplimiento para el contribuyente. Sin embargo, no vi hasta hoy en esos tableros BSC indicadores que cuantifiquen sistemáticamente ese costo. Sería interesante conocer que administraciones están trabajando en el tema y de que manera, y las particularidades que se pueden tener sobre diversos tipos de contribuyentes, la pequeña y mediana empresa, o para los sujetos de regímenes simplificados. Es bueno comentar que, en este sentido, la Secretaría Ejecutiva, en cooperación con Naciones Unidas está evaluando un proyecto para desarrollar una metodología para su medición que sea aplicable en nuestras administraciones.
La discusion sobre la eficacia y la eficiencia no pude ser en abstracto. Se debe aterrizar, como lo hace Don Marcio Verdi, en la particular matriz de complejidad de negocio de las AT, y – para ser más preciso – en lo que demanda el entorno social y político de cada AT.
Habrá ATs que tienen entornos que demandan más eficacia que eficiencia – entre otras razones, porque la concentración de la renta de sus grupos de contribuyentes principales pueden «pagar» ineficiencias, pero la el pacto político de la sociedad en la que opera no puede permitirse tener propiedad privada, libre comercio, relaciones capitalistas de producción y un sistema tributario que NO recuade lo mínimo que ese pacto político espera-.
Y viceversa.
Como recuerdo de una lectura de un economista francés, en un documento del Banco Mundial y las Naciones Unidas sobre la democracia en América Latina, el principio «eficiencia» es uno de optimización. Es decir – yo también soy economista – sólo debería contar reflexionar y/o estudiar modos de mejorar el rendimiento y la operación de un arreglo institucional determinado, NO PARA ELEGIR UNO DETERMINADO.
Ahora bien, el contexto en el que el académico francés, cuyo nombre no recuerdo, hacía este comentario se refería a no vaciar a la democracia política de capacidades para modificar las reglas de la economía. De modo que el mantra «eficiencia» no se pueda oponer a elecciones de ordenamientos institucionales que son, esencialmente, políticos. Más vinculados con la memoria, con la historia colectiva, con las emociones, con los valores, que con ratios de ganancia o perdida de eficiencia en términos de PIB.
Entonces la efiencia cuenta, y vaya que sí, pero en términos de optimizar, antes que determinar la elección de un arreglo institucional determinado – como podría ser la política tributaria sobre las rentas del capital, por citar un ejemplo -.
Muy interesante el tema planteado. A él hay que acercarnos con ojos de historiador, antes que con ojos de matematico.
El post nos propone concentrarnos una vez más en una cuestión que siempre fue y seguirá siendo tema de intercambio de acaloradas opiniones entre economistas, administradores, contables, además de otras profesiones. Destaco especialmente de los interesantes y variados conceptos vertidos por Marcio, la valentía de incitarnos a responder aquellas preguntas incómodas que todos los que pertenecemos a una AT conocemos, pero que pocos se animan a contestar o siquiera plantearse.
Producto de la dInámica de cualquier blog, estos comentarios iniciales sumados al aporte de Eduardo en el sentido que la eficacia y eficiencia de cualquier administración tributaria debe necesariamente ser evaluada en el marco del entorno social y político en el que se desempeña, me llevan a pensar entonces en que lo que realmente cobra importancia para una AT es la efectividad con la que realiza su gestión, entendiendo a este concepto como la capacidad de modificar en forma positiva la realidad precedente que motivó cada uno de los planes, proyectos y medidas que son adoptados. En definitiva, cumplir en forma acabada con los objetivos planteados, asumiendo la existencia de una planificación seria, responsable y profesional.
LLevémoslo a un ejemplo, una AT tributaria puede considerarse eficaz porque desarrolló determinado proyecto destinado a reducir el tiempo medio de espera telefónica de los contribuyentes en plazo y forma de acuerdo a lo programado, puede creerse eficiente si lo hizo con una ejecución de gastos ajustada a lo presupuestado, pero muchas veces a pesar de ello carecerá de efectividad si sucede que, luego de concluido el proyecto, los contribuyentes continúan presentando sus quejas por la demora en la atención telefónica. Es decir el proyecto correctamente desarrollado y finalizado no posibilitó cambiar la situación problemática que le dio origen.
De la misma manera, una AT no será efectiva cuando a pesar de ser eficaz y eficiente en su gestión, no logre capitalizar las oportunidades de mejora visualizadas.
Tanto las realidades a modificar como las oportunidades a aprovechar dependerán en cada caso de la visión política que predomine en cada momento en nuestras AT, por lo que incluso muchas veces se podrá ser eficaz, eficiente y hasta efectivo y, aún asi, encontrar quienes no concuerden con los resultados, producto justamente de la subjetividad inherente.
El concepto de efectividad es ampliamente utilizado en el campo de la gestión de la calidad, por lo que no resulta sorprendente que entre las herramientas mayormente difundidas y reconocidas para lograr ser efectivos, se encuentre la gestión por procesos.
La idea de identificar, analizar en forma crítica y rediseñar los procesos de gestión de cualquier organización como base para la mejora continua, utilizando para ello la gran cantidad de metodologías y herramientas disponibles, forma parte de todas las teorías de gestión de la calidad. Puede que se trate de uno de los caminos que posibilitarán a nuestras administraciones tributarias avanzar en la dirección que propone Marcio en su último párrafo.
Estimados Amigos del CIAT; Como primera medida deseo agradecer la oportunidad que nos da ésta querida Institución, y su Secretario Ejecutivo en particular, para intercambiar ideas sobre los temas que nos ocupan y preocupan.
Creo que analizar la EFICACIA de las Administraciones Tributarias es un concepto que merece ser estudiado y mejorado desde su concepción actual.
Como bien nos expresa el SE evaluamos gestiones comparando las metas establecidas mediante alguna función histórica frente a lo realizado o logrado. Con una adecuada y criteriosa planificación no deberíamos tener muchos inconvenientes para ser EFICACES en éste contexto.
Entiendo que falta una parte del problema y es básicamente la porción de la torta no descubierta o evadida. Cuanto es, cuanto representa, como hacemos para medirla. Preguntas que nos debemos hacer.
El IRS tiene avances en este sentido y algunos trabajos he visto en las Asambleas Técnicas del CIAT. (www.ciat.org)
Debemos mirar entonces, si podemos medir la recaudación potencial, la eficacia de la administración como una relación entre lo recaudado voluntariamente o coercitivamente frente a dicha recaudación potencial y planificar, a través de los años, disminuciones de ésta brecha.
Sin lugar a dudas es cierto también que el nuevo esquema plantea temores a la hora de mostrar las cifras que en AL seguramente se evaden anualmente.
De todas formas creo, desde lo técnico, que el tema merece ser abordado y el camino propuesto por el CIATTalk es una interesante opción.
Excelente blog! Felicitaciones
Volviendo sobre el concepto de la EFICACIA en las Administraciones Tributarias quisiera agregar un comentario sobre esta misma problemática en los distintos procesos internos, en particular en el proceso de fiscalización.
Vemos entonces que nos enfrentamos a un esquema similar, metas anuales, generalmente calculadas con funciones históricas más alguna corrección, y con la premisa fundamental de “superar lo hecho” en años anteriores o gestiones anteriores.
Ahora bien, si estamos evaluando un proceso de fiscalización, debemos advertir que generalmente medimos cantidad de casos con infracción que se detectaron, diferencias de impuesto producto de fiscalizaciones, cantidad de denuncias penales formuladas, cantidad de sumarios o multas aplicadas, etc., etc. Que obtenemos entonces con esto? Poder reconocer el éxito de una gestión en la medida que se superen las metas propuestas, es decir, encontrar más infracciones o mayores diferencias evadidas, mayor cantidad de denuncias penales, etc.
Frente a esta visión “tradicional” del proceso de fiscalización deseo plantear el siguiente interrogante.
“¿Es correcto, es positivo para una Administración encontrar mayores importes evadidos año tras año? ¿Es positivo o exitoso formular año tras año mayores cantidades de denuncias penales?”
Parecería también posible pensar que dicha Administración no es EFICAZ a la hora de procurar un mayor cumplimiento voluntario.
¿Es EFICAZ la estrategia de fiscalización frente a un contribuyente si detecto qué, luego de inspeccionado y sancionado, reincide en su comportamiento evasor?
Creo que debemos empezar a medir y analizar los comportamientos de los contribuyentes frente al proceso de fiscalización y a posteriori de él, pensando en qué resultado trae aparejada la estrategia de generación de riesgo implementada, y no creer que la sola detección de mayor cantidad de evasores sea el correlato de una Administración EFICAZ y exitosa.
Estimados comentaristas, agradezco mucho sus comentarios! De verdad que estoy muy satisfecho y esperando algunos días para volver a escribir ya apoyado por los aportes, todos buenísimos, de ustedes.
Marcio
Los comentarios de Norman iluminan un extremo que hemos omitido precisar en esta discusión, y que no por menos obvio deja de ser muy importante. Se refiere al modelo de productividad implícito que subyace en los indicadores de gestión con los que las AT miden su desempeño en sus procesos principales, por ejemplo, el de fiscalizacion.
Si creemos, como anota Norman, que a más determinaciones de oficio, más causas penales admitidas por la cortes, más procesos de cobranza coactiva iniciadas, estamos siendo más EFICACES como ATs, entonces nuestro modelo de productividad implicito sólo toma en cuenta el cumplimiento tributario que forzamos, no estaría tomando en cuenta el cumplimiento tributario voluntario que inducimos , ni sus variables. Aunque se asuma siempre que los resultados de los procesos de coerción y persecución penal tienden a promover, por una serie de relaciones causales nunca precisadas, que el cumplimiento voluntario va a tender a mejorar más y mejor.
Una discusión sobre los conceptos de Eficacia y Eficiencia, lo descubro ahora, no sólo debería de aterrizar en el particular contexto de las AT, y su entorno social y político, sino también añadir como dimensión de evaluación y análisis el modelo de productividad al que se suscriben – consciente o inconscientemente – sus directivos y los enunciados de Visión y Misión de sus organizaciones.
Por ejemplo, si enfocamos a las AT como organizaciones centradas en el servicios y en la promoción del cumplimiento voluntario, y que utilizan sus facultades legales de coerción como soporte de lo anterior – para hacer creibles las reglas que comunica y explica a todos los usuarios potenciales y/o contribuyentes -, el modelo de productividad que subyace a sus indicadores de gestión debería tener como algo central el cumplimiento voluntario y sus variables, y en un lugar secundario los indicadores de los procesos con las facultades legales de coerción y control.
¿Es así en nuestras AT de AL y el Caribe?. ¿O tratamos de ser más eficaces y eficientes en modelos de productividad «AT» más desconfiados y controlistas?. ¿Quizá antes de hablar de Eficacia y Eficiencia deberíamos aclarar en el marco de qué modelo de productividad lo hacemos?.
Norman plantea unas interrogantes muy interesantes. Las Administraciones Tributarias tienen esa dualidad de valoración de su «éxito».
La primera, y mas frecuente, es la cantidad de actuaciones que efectuó durante un año, las ejecuciones que procesaron y las cobranzas coactivas aplicadas, entre otros factores.
La segunda, y creo que esta en la misión de la mayoría de la instituciones, es el incremento del cumplimiento voluntario.
Esta segunda muy rara vez se mide y se destaca como un logro y creo que debería prevalecer en cuanto al éxito de una administración.
Por lo tanto la eficacia y eficiencia de una administración deberán ser medidas en función a sus resultados basados en sus acciones (cobranza, fiscalización, servicios al contribuyente, etc.) y en el incremento del cumplimiento voluntario ya que ambos aspectos son complementarios a la hora de definir si alcanzamos las metas establecidas.
El reto será establecer la fórmula que represente a cabalidad esta situación.
Excelentes comentarios sobre este tema de la medición de la eficiencia y la eficacia, en las ATs, de entre todos ellos se pueden extraer los elementos esenciales para concluir sobre mejores prácticas para la medición de las metas de gestión propuestas, o lo que es lo mismo la medición de la eficiencia y la eficacia mediante los indicadores de gestión y si se cuenta con una herramienta bien formulada de BSC, como la que que comentó Raúl, pues ideal.
Respecto al tema de la medición de la eficacia en el área de fiscalización, comentado por Norman, creo que una AT que tenga un excelente cumplimiento en un periodo determinado con base en resultados obtenidos en su gran mayoría sobre auditorías realizadas a partir de denuncias de terceros, está siendo ineficiente en el desarrollo de planes basados en análisis de otras modalidades de evasión u otros. Atender las denuncias de terceros en casi todos los países proviene de un mandato legal y cuenta con toda una infraestructura para atenderlas como un proceso especial de fiscalización, pero no es el fin, es solo uno de los mecanismos de control.
Ahora bien, es muy complejo el proceso de medición del mejoramiento de la conducta evasora de los contribuyentes, motivados por acciones ejemplarizantes de la AT, sin embargo existen experimentos realizados sobre esta base que permiten la medición del mejoramiento de la conducta a partir del análisis de la expansión del riesgo generado por dichas acciones.
De otra parte, una reflexión a partir de uno de los interrogantes de Norman sobre si es eficaz una AT que logra mayores importes evadidos años tras año, podría decirse entonces que la realización de auditorías sin resultados positivos o mayores importes en cifras recaudatorias sería una buena medición , dado que se supone que estos obedecen al mejoramiento de la conducta evasora de los sujetos pasivos de las obligaciones tributarias, pero ello sucedería en un país de ángeles, es decir, con evasión cero, pero de esos creo que no hay en este planeta.
Eficacia y eficiencia constituyen elementos básicos para cumplir con los objetivos propuestos en las organizaciones y su adecuada dosificación es condición fundamental para un liderazgo exitoso.
LA EFICACIA mide los resultados alcanzados en función de los objetivos que se han propuesto, presuponiendo que esos objetivos se mantienen alineados con la visión que se ha definido.
Mayor eficacia se logra en la medida que las distintas etapas necesarias para arribar a esos objetivos, se cumplen de manera organizada y ordenada sobre la base de su prioridad e importancia.
Mientras que la EFICIENCIA consiste en la medición de los esfuerzos que se requieren para alcanzar los objetivos. El costo, el tiempo, el uso adecuado de factores materiales y humanos, cumplir con la calidad propuesta, constituyen elementos inherentes a la eficiencia.
Los resultados más eficientes se alcanzan cuando se hace uso adecuado de estos factores, en el momento oportuno, al menor costo posible y cumpliendo con las normas de calidad requeridas.
Según Peter Drucker, un líder debe tener un desempeño eficiente y eficaz a la vez, pero, aunque la eficiencia es importante, la eficacia es aun más decisiva.
Siguiendo con Drucker muchos directivos fracasan por no concentrarse en la eficacia.
Para ser respetado lo mejor es dar el ejemplo y el mejor ejemplo es ser eficaz y obtener resultados
“La Gallina de los Huevos de Oro” que narra la historia de una gallina que un día comenzó a poner huevos de oro. La codicia del dueño lo llevó a matar la gallina para sacarle todos los huevos de una sola vez, pero descubrió que estaba vacía. Tarde descubrió que había matado a la gallina de los huevos de oro.
Esto reafirma que la efectividad se encuentra en el equilibrio entre la producción de los resultados deseados (los huevos de oro) y la capacidad de producción (la aptitud o el medio que produce los huevos de oro.
pasen buenas tardes ,me encanta . poder conter con este enlace.
Creo que la eficiencia y eficacia de las adminitraciones tributarias es a traves de la educación con el objetivo de crear conciencia tributaria, pues los ciudadanos tienen derecho a saber en que se invierten los tributos que recaudan los Estados y una de las labores esenciales de las administraciones ademas de su funicion de recaudar y fiscalizar, es apoyar a la educación especialmente de los ninos que son los que en el futuro se insertaran al mundo competitivo de la econonia y a los adultos a los que dirigen, administran o son dueños de un negocio para tratar de cambiar el habito de pagar los tributos que le corresponde. La educacion para formar conciencia tributaria es una tarea de las Administraciones de Latinoamerica esta pendiente desde hace mucho tiempo, al parcer no la ve como una inversion….
Necesito ayuda con respecto a un trabajo mi prof de tributos quiere un caso practico sobre la eficiencia y eficacia del iva en la planificacaion tributaria,pero no lo entiendo
Estimada Jesse, creo que el texto del blog y los comentarios deben ser la base de tu trabajo. Y en el sitio web, en la biblioteca encontraras temas, trabajos relacionados, que van a facilitar su trabajo
Estimado Claydson, queria primeiro manifestar minha satisfaçao com seus comentarios, tecnicos , e complementarios as ideias que apresentei no meu post. E muito obrigado por suas carinhosas palavras ao CIAT. Como sabes nossa missão é trabalhar duro pela modernização de nossas AT, e acedito que isso nao é possivel sem queimar etapas, sem que evitemos erros conhecidos, sem que saltemos de uma cura de possiilidade de produção para outra mais elevada, sem estar sempre mudando de posição na mesma curva. E este salto nao pode ser alcançado sem um efetivo aumento no uso dos recursos, y como resultado maior eficiencia e eficacia, com efetividade. E para isso, entendo que a cooperação internacional entre as AT é quesito fundamental, obrigatório.
Voce introduziu um conceito que me encanta, o de efetividade, que para mim sempre traduzo em ser eficiente e eficaz ao longo prazo. Ocorre que depois de anos vivendo e trabalhando em español nao encontrei uma forma de usar este conceito sem ter que dizer de forma conceitual, explicativa. Incrivel mas pare que efetivamente é um conceito usado mais na lingua portuguesa.
Bom, enfim, muito obrigado por sua excelente contribuição!
Marcio