Eso que llamamos Economía Digital (i)
Nuevas formas de aplicación de tecnología
Viví hace unos días una de esas coincidencias que nos recuerdan que el mundo es pequeño. Por una feliz coincidencia, a mi lado se sentó en un avión un amigo a quien no veía más de diez años. Las casi dos horas de vuelo se pasaron, obviamente, volando. Aprovechamos para ponernos al día en los temas personales y familiares para luego abordar los profesionales y laborales. En algún momento comentando sobre trabajo Gustavo me preguntó si continuaba desarrollando. Le contesté que ya casi nada. Al menos en el enfoque tradicional, pues también le comenté que a comienzos de año, por eso que algunos llamarían pura curiosidad intelectual escribí una aplicación para el iPad, un juego, con la intención de simultáneamente conocer el ecosistema del iOS y recordar un poquito los conceptos de eso que llamábamos inteligencia artificial.
No me sorprendió mucho que Gustavo a su vez me contara que también él, y más o menos con el mismo interés, desarrolló una aplicación para esa plataforma. La suya, que me presentó en su iPhone, es un asistente para la declaración del Impuesto sobre la Renta en su país. Su aplicación, que no tiene ningún nexo con de la Administración Tributaria, tiene algunos elementos curiosos como el de sugerirle al usuario el desgravamen único cuando la suma de todos los relacionados con gastos de salud, educación y similares resulte en un impuesto mayor. Una cosa interesante: el pago de los impuestos con la declaración puede fraccionarse en tres cuotas. Si el usuario escoge ese fraccionamiento la aplicación hace los cálculos y además incorpora un recordatorio del pago, con sus montos, en las fechas correspondientes en la agenda del teléfono.
La aplicación que no tiene costo ha sido descargada un par de miles de veces por usuarios independientes gracias fundamentalmente a un tuit de un periodista local, con muchos seguidores.
Esta breve historia sobre esa aplicación, que hoy, al final del 2014, no parece tener nada de extraordinario, habría resultado inconcebible unos pocos años atrás. Permítanme explicarme destacando un par de cosas, empezando por el simple hecho de que sin haber sido programado ni planificado se me presentó una aplicación sacando un dispositivo del bolsillo, continuando con el hecho de que la aplicación fue descargada sin costo por un par de miles de personas a partir de la tienda de aplicaciones, un mercado virtual en el que están disponibles además unos cientos de miles de aplicaciones más. Imaginar que el relativo éxito de esa aplicación responde por una parte al esfuerzo de su desarrollo, a la minimalista campaña publicitaria ejecutada a partir de un solo mensaje no mayor a 140 caracteres en una red social, y a que el desarrollador decidiera compartir su trabajo libremente con quien quiera usarlo – seguramente mucho por altruismo y poco por un momento de gloria. Por otra, a que esa descarga, el almacenamiento y la promoción de esa y otras aplicaciones es soportada y patrocinada por una compañía que como muchas otras hoy ofrecen muchas cosas, dentro de ciertos límites, sin costo para los usuarios.
Ejemplos de estos servicios son el de correo electrónico (Gmail, yahoo), almacenamiento de archivos (Dropbox, AppleDrive, OneDrive), toma de notas y sincronización (Evernote, OneNote) colaboración en la edición de archivos (Google Docs), hospedaje de sitios Web (Amazon), máquinas virtuales (Bitnami), mensajería instantánea (WhatsApp), telefonía o algo así (Skype) notificación de noticias (Flipboard, Digg, Reddit), blogging (Blogger), microblogging (Twitter), redes sociales (Facebook, LinkedIn), plataformas para compartir fotos (Instagram) o videos (Vine, Vimeo, YouTube), música sobre demanda (Spotify), etc.
Esas compañías obtienen sus ingresos con diversos modelos de negocios: las cosas básicas y simples sin costo, prestaciones sofisticadas pagadas; una cantidad no despreciable de almacenamiento gratis, más que eso se paga; todo servicio gratis a cambio de aceptar publicidad, generalmente personalizada a niveles que asustan; todo servicio gratis a cambio de aceptar que se venda información más o menos anónima sobre nuestros hábitos y preferencias en línea a terceros; gratis con publicidad o pago libre de publicidad, y así sucesivamente. Gratis por un tiempo de muestra, con la opción de optar entrar o salir del servicio después de probarlo.
Y hasta aquí solo hablamos de cosas que incluyen el término “gratis” en su portafolio de productos. Cuando sumamos aquellos que son pagos el panorama se amplía de manera importante. Es posible hoy, por ejemplo, pagar una suscripción a un periódico prestigioso y recibirlo puntualmente todos los días, en la tableta o teléfono de preferencia, segundos después de que se publica en otro país, a cinco mil kilómetros.
En esta economía digital en que vivimos, las administraciones tributarias deben enfrentar qué y cómo gravar. Noticias de prensa cuentan la reciente disputa ya en una corte en uno de nuestros países para poner un impuesto al consumo de contenidos pagos que se aplicaría en las transferencias al exterior en el pago mediante tarjetas de crédito o débito sin quedarme claro como operaría cuando se usen servicios de pago a terceros (Paypal, por ejemplo).
Pero si en esta economía digital las cosas son ya complejas en su forma, aunque es cierto para algunos países todavía de importancia limitada en cuando al volumen y monto de transacciones, es previsible que el futuro cercano va a poner las cosas más complejas.
Una de las características de esta economía digital es el acercar las cosas, poner a los usuarios más cerca de las cosas. De la misma manera que la publicación llega puntualmente a la tableta todos los días, tecnologías como la impresión en tres dimensiones hace viable que otras cosas, piezas de repuestos por ejemplo, llegue a la comodidad de su casa, pero no por un súper eficiente servicio de courier sino como un archivo con el que su impresora “imprimirá” la pieza. Las preguntas sobre aranceles e impuestos de importación quedan por supuesto colgando en el aire. Los avances en robótica actuales y los que continuarán, presentan aún mayores retos y oportunidades, incluyendo la localización de fábricas y consecuentemente sus puestos de trabajo. La popularización de los cosas como servicios (XaaS) empieza a extenderse fuera del dominio de las tecnologías de información. De software, plataforma e infraestructura como servicios, estamos pasando a autos como servicios, y, aunque suene curioso, conceptos como detección de fraude como servicio.
¿Alguien tiene dudas de que la economía digital ya está aquí? Es probable que los lectores de este post sean usuarios de más de uno de los servicios y sistemas mencionados arriba. A quien se anime a comentar, y más por curiosidad y diversión que con un fin estadístico, le invito a colocar con un número entre paréntesis la cantidad de esos servicios que utilizan, en mi caso (17)
Saludos, suerte y feliz 2015
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17 comentarios
Excelente artículo; motiva la reflexión, y me conlleva a la siguiente reflexión? Me estoy o nos estamos preparando para enfrentar esos tremendos desafíos?; especialmente en materia de impuestos, que es lo que me atañe desde la óptica laboral, pues la cosa no termina aquí, ya que el mundo virtual va por lo inimaginable, vamos de lo material a lo inmaterial, de actos que normalmente dejan rastro, a actos que demandarán una lupa de última generación para detectar esquivas señales o rastros de los hechos acaecidos, especialmente, hechos económicos.
Saludos
por estas y otras, y por una excelencia en el tema, es que Raul será el representante del CIAT en el «Task Force on the Digital Economy » de CFA de la OECD ahora que el CIAT ha sido invitado a ser observador permanente de es Forum.
Estimado Doctor Raul Zambrano, felicitarlo por tan excelete articulo en un tema que cada vez toma mayor vigencia y que muy pocos podemos tratar con tanta profundidad y exito, asi mismo, mis mejores parabienes por tan acertada designacion como represenate del CIAT en el «Task Force on the Digital Economy » de CFA de la OECD. Que los logros de vuestras labores continuen adelante. Felices fiestas a Usted y en especial a la Directiva y Miembros de la Secretaria Ejecutiva de CIAT.
Estimado Raúl, agradecido por esta reseña de nuestra agradable conversación y definitivamente la Economía Digital cada día esta más presente en nuestras vidas. Tu post me motiva a actualizar la app http://gbonalde.blogspot.com/2012/02/asistente-isrl-mobile.html para la declaración del 2014. 🙂 Un gran abrazo y seguimos en contacto. (21).
Buen Día.
En estos días en ese contexto de desarrollo y crecimiento económico y con planes para reducir la pobreza en la mayoría de los países de América latina, es un desafío para los gobiernos y organismos públicos articular, coordinar y consolidar una economía digital eficiente. La CEPAL hace la siguiente pregunta en su libro: ¿cómo identificar y aprovechar las nuevas oportunidades que surgen en una fase de convergencia tecnológica para avanzar en el desarrollo económico y la igualdad? Y también plantea que es necesario renovar las estrategias para maximizar el impacto de la economía digital en el crecimiento, la innovación, el cambio estructural y la inclusión social; también elaborar inversiones e innovaciones en TIC. En segundo lugar, se requiere consolidar un marco de políticas que actúe sobre los factores críticos que condicionan el despliegue de la economía digital. Las principales brechas que es necesario abordar se encuentran en la inversión en infraestructura de telecomunicaciones, la demanda de banda ancha y el desarrollo de la industria de software y aplicaciones. La política pública es indispensable para asegurar la equidad en el acceso y uso de las TIC que tienen elementos de interés público en tanto facilitan la provisión de servicios sociales (gestión pública, salud y educación) y de bienes públicos. En tercer lugar, se debe avanzar hacia una institucionalidad para la economía digital que integre a las iniciativas de política sobre banda ancha, industrias TIC e inclusión digital. En este tema y en estos tiempos que se vienen, lo más probable es que ocurra lo tercero una institución responsable de estos temas y situaciones tal vez con su propio tribunal fiscal para regular el medio digital.
Uy chispas!…yo con las justas 02…jeje!
Es interesante el análisis que hace en este escrito. A mi modo de ver, si bien es cierto que la informática nos ha acercado mucho a nuevos mercados, ya sea como oferta o demanda, considero que en un gran porcentaje existe una informalidad respecto del tema tributario: No se declara un servicio o venta realizada simplemente porque no tengo una identificación tributaria, o teniéndola no lo quiero hacer.
Por ejemplo, viajamos al extranjero, compramos ropa, perfumes, etc, y lo ofrezco por Facebook ( no entrego comprobante de pago, no tributo); Hacemos postres, bocaditos, tortas, etc, las ofrezco por Facebook y tampoco emito comprobante ni pago tributo. De igual manera, tengo mi casa, preparo menúes para venta del sábado y domingo, envio mi propagando por Facebook, y tampoco declaro…y así muchos otros casos.
Pienso que antes de incrementar el % de un impuesto, se debe de seguir trabajando con la CONCIENCIA TRIBUTARIA: «No te quedes con nada que no te pertenezca»…debería ser el slogan.
Y, por último, si nos vamos al plano religioso, no creo que ningún profeta haya pregonado la falta de Solidaridad. Por lo menos en mi caso, mi Señor Jesús lo dijo claramente: «Al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios»
En este sentido, sería bueno procurar que aquel espacio virtual o plataforma, genere un aviso, «de tiempo en tiempo» , en el que anime a sus usuarios a pagar sus impuestos, pues el gran jale de este tipo de economía, es eso, NO PAGAS IMPUESTOS.. De esta manera, el que realice la venta sabrá cual es su obligación.
Hay bastante por hacer..
Espero hayan recibido una Navidad con mucha alegria y renacer. Que este Nuevo Año 2015, les depare muchas oportunidades de crecimiento.
Un abrazo a todos,
Adelina
Estimado Raul, buenas tarde,
Su artigo es muy desafiador y inquietante, pues la tecnologia es cada vez más dinámica. Yo pienso que ella deberia estar la disposición de las personas, sin embargo, yo creo, que ella nos hace esclavos. Somos sus dependientes, para la administración tributaria y aduanera es un reto, que tendremos que aceptar. Yo uso algunas, cómo por exemplo iPad, Iphone, internet, facebook, WhatsApp, etc.,
Saludo, y feliz 2015, con mucha salud, esperanza y realizaciones.
La tecnología pareciera que avanza geometricamente y las AA.TT. aritméticamente. Con tanta tecnología ya habría que revisar la viabilidad del «impuesto al gasto»
Muy interesante el análisis. Las AA.TT tienen que cambiar para trabajar con la economía digital y creo que aún están despacio. Yo utilizo cerca de (10) servicios digitales.
Excelente artículo, de mucha reflexión y un gran reto para las administraciones tributarias, en mi país (Venezuela ) ya se aprobó en 1era discusión en la Asamblea Nacional una ley que gravará el comercio electrónico, vamos a ver como nos va , luego le comento. Feliz 2015 !
Estimado Amigo Raúl,
He leido con atención el correo, lo felicito muy sinceramente, dá usted una lección académica sobre el conocimiento hasta el momento del conocimiento de los instrumentos digitales, advierte sobre la serie de aplicaciones existentes y nos deja en el camaino esperar el futuro y lo mas complejo que será el mismo para las atuales generaciones y sobre todo para las futuras generaciones.FELICITACIONES.
FELIZ AÑO NUEVO 2015.
Julio César Trujillo Meza.
Creo que lo que indica Andre Dumoulin, sería tan solo para un tipo de servicio específico, que pueda ser transferido por las plataformas existentes, como por ejemplo los planos digitales o los famosos e-books, etc. Sin embargo, el comercio electrónico va mas allá, pues está incentivando el comercio informal…la idea no es recibir una limosna como tributo…sino lo que corresponde, sin que éste llegue a ser un desincentivador.
Yo me pregunto…porqué un turista extranjero puede solicitar la devolución del impuesto pagado en su estadía en un país, y un turista nacional no?…si por ejemplo, ambos usan los mismos servicios…Creo que hay que dinamizar la economía, tomando o asociando frentes como el turismo, los ingresos y salidas al extranjero, los montos permitidos a ingresar como importación sin ser un contribuyente formal, etc.
un abrazo
Adelina
8(incluyendo line)
No estoy de acuerdo en que la economía digital facilite la informalidad, Todo lo contrario!
Si entro a un local, contrato un bien o servicio y lo pago en efectivo y me voy no queda rastro alguno de la operaciòn.
Si contrato un servicio ofrecido por facebook, twiter, email, etc queda todo registrado, el problema es que es muy dificil identificar al prestador, a menos que use la coneccion a internet contratada a su nombre.(alli juegan aspectos no tributarios del anonimato, alguien contrataría con alguien que no puede responsabilizar por el bien/servicio entregado?).
Además, si se vende un bien físico en forma virtual hay que entregarlo al comprador(salvo el ejemplo impreso en 3d), de modo que interviene un servicio de logistica que deja rastro del origen y destino del bien.
Ahora, si se presta un servicio es probable que no pueda identificarse el prestador por su usuario de red social, pero en algùn momento va a querer cobrar por el servicio prestado y allì no le queda mas remedio que identificarse! sea mediante tarjeta de crèdito, cheque, transferencia bancaria, paypal, giro postal, etc el cobro de la operación queda registrado. el problema mas grande es establecer reglas simples y claras para identificar en qué jurisdicción correspponde tributar por esa operación.
la única forma de permanecer en el anonimato es que el comprador se acerque físicamente al vendedor y cancele su deuda en efectivo. pero esto no es comercio electrónico!
Frecuentemente se le achaca a la tecnología inconvenientes que no son propios del mundo virtual. en el mundo físico se producen millones de operaciones informales que no dejan ningún rastro, el comercio electrónico deja rastro, habria que ingeniarselas para seguirlo.
lo del reintegro a turistas entiendo que busca no «exportar» impuestos.
saludos
Estimado Raúl, excelente estudio, nosotros manejamos el consejo de Ministerios de Hacienda de centro américa, Panamá y Republica Dominicana y efectivamente la economía digital ya tiene un alto impacto para los países al momento de recolectar tributación, ya que la misma economía dígital favorece a que los precios de transferencia de empresas multinacionales no sean cobrados, por ejemplo, comprar un ticket areo por Avianca ninguno de los Ministerios sabe a que juridiscción cobrar la facturación, o en sus cuarteles generales en Colombia o en el país que compras el ticket aereo, el problema se da cuando estas compañías multinacionales tienen terceros que no tienen claro su juridiscción y estos les brindan los servicios, por eso la unica forma de poder combatir los efectos negativos de recolección de tributación en los países es por enfocarse en que parte de la cadena de valor la empresa o la persona fisica asume responsabilidades tanto de inversión como de servicio y ahi se cobra el impuesto, estoy de acuerdo en que el problema principal es aprender para cada país como gravar estos impuestos, ese es el verdadero reto ademas de construir la tecnologia para dar el seguimiento de la cadena de valor.
Excelente articulo,
Fernando Ramirez
Excelente artículo Raul, mis felicitaciones, soy usuario de (11).
No podemos dejar de pensar que la economia digital llegó para quedarse y las AATT no pueden quedarse atras.
En Ecuador por iniciativa del SRI, hemos puesto a disposicion de los contribuyentes una aplicacion para «smartphones» gratuita, que les permite entre otras cosas realizar consultas, verificar validez de documentos, etc., todavia no permitiria realizar declaraciones, pero sin duda es un gran paso en ese sentido.
Les invito a conocer esta aplicación.
Fuerte abrazo
Xavier
Soy usuario de (8).
El rápido avance de la tecnología de la información, aplicada a transacciones comerciales y de servicios, nos hace prever que en la próxima década los productos comercializados por la web e «impresas» en cualquier parte del mundo harán reducir sensiblemente la recaudación del IVA, a menos que las Administraciones Tributarias modernicen sus procesos de control y los países uniformicen la legislación correspondiente, caso contrario será inmanejable el control impositivo.
Feliz año Nuevo 2015 don Raúl y una sincera felicitación por sus valiosos escritos, relacionados siempre con la materia tributaria y con todos los temas que de una u otra forma interesan a todos los ciudadanos del mundo entero.
Con sólo el título del escrito se infiere que el tema principal es el de la vía electrónica, tecnológica o digital y que es muy interesante, por motivo de que hoy día hasta desde el más pequeño de los seres humanos, ya conversan el tema de los celulares, es más, hasta casi todos los pequeños de las escuelas, colegios, tiene sus aparatos telefónico, para que puedan localizar a sus padres en caso de emergencias, para comunicarse con sus compañeros, y hasta para ver juegos, fotos, grabaciones, entre otros. Si las nuevas tecnologías ofrecen en el mercado diversas formas de entretenimiento y desde luego, las computadoras que con sus programas de internet, redes sociales tienen facilidad para comunicar temas importantes, comparten incluso a través del correo electrónico conocimientos que investigan de diferentes formas y que incluso encuentran en internet.
Efectivamente, ante tanto avance digitalizado, las Administraciones Tributarias se encuentran con asuntos que en años atrás, ni siquiera pensaron que debían analizar a futuro, como son: si están gravados ciertos servicios y cómo gravarlos y máxime cuando tiene que verse en su relación con otros países, por ser un mundo de intercambio comercial no somos islas, tenemos que tomar en cuenta que la gran cantidad de ciudadanos prestan servicios, venden productos, utilizan medios de pago como son las tarjetas de crédito o débito, que son válidos a nivel nacional e internacional. Es aquí precisamente, donde las Administraciones Tributarias, deberán preparar con las tecnologías de punta, con todos los avances tecnológicos que se dan día a día, a todo su personal informático, para enfrentar y si fuera posible adelantar sus conocimientos y que se encuentren siempre lo mejor preparados. Además, de compartir con todas las Administraciones Tributarias del mundo, si fuera posible, toda esta maravillosa tecnología moderna y la que vendrá.
En conclusión, verdaderamente, este ensayo que se inicia con la vivencia que tuvo don Raúl, en el avión con el amigo que se encontró, es muy productiva, enriquecedora, porque sin lugar a dudas, todos tenemos muestras propias experiencias y lo importante es que también las Administraciones Tributarias se comuniquen las experiencias productivas o no, para lograr la efectividad, en la materia fiscal de un determinado ordenamiento jurídico tributario.