FE: ¿Ya no es tiempo de nuevas tecnologías?
El tiempo es implacable, y nos trae lo nuevo en cada minuto. Aun cuando la Ley de Moore sigue válida hasta el presente, ya existen noticias de computadoras con tecnología cuántica potencialmente comerciales.
Pero no quiero tratar del tema de tecnologías de hardware, aunque estas sean extremadamente importantes para lo que quiero abordar.
Presenciamos cada vez más y más países introduciendo sus modelos de estandarización en el tema de facturas electrónicas (FE), como son los ejemplos de Bolivia y Estados Unidos (Todd Albers en Exchange Summit Americas, próximo mayo).
Hasta hace unos pocos años atrás, siempre teníamos una duda sobre cual tecnología, de las varias posibles, sería adoptada por el próximo país a embarcar en el tren de la estandarización nacional de las FE. La realidad nos muestra que esta duda no se concretó, ya que observamos una virtual exclusividad de formatos XML, firmados utilizando tecnologías de claves asimétricas, y transmitidos por servicios web.
Pero esta casi unanimidad de formatos y tecnologías no significa interoperabilidad, todo lo contrario. Los estándares son nacionales; incluso los países que adoptaron un estándar internacional, como Perú y Colombia, tienen adaptaciones para las normativas nacionales que les desvían del camino que tiene como objetivo potencial una (¿deseada?) interoperabilidad internacional.
Es extremadamente positiva la existencia de estándares nacionales, estos impulsan con mucha fuerza el comercio electrónico en todos sus aspectos, impidiendo la posibilidad de que grandes grupos vendedores o compradores dicten sus estándares propios en sus respectivas cadenas de suministro, obligando a los pequeños a adaptarse, si quieren comprar de, o vender para, estas grandes cadenas. Otro punto relevante de los estándares nacionales es que permiten ahorros significativos para los compradores, pudiendo llegar a 75%, de acuerdo con una encuesta realizada por la Cámara de Comercio, Industria y Agricultura de Panamá.
Finalmente llegamos al título de esta reflexión, que acá pongo de manera ligeramente diferente: ¿será que ya no es tiempo de utilizar otras tecnologías en la facturación electrónica?
Personalmente estoy convencido que, por más aspectos positivos que podamos listar en los formatos que existen hace cinco, diez, quince años, no solo en Latinoamérica, sino en otras partes del mundo, el desarrollo de la tecnología hoy nos permite pensar otras maneras de registrar con eficiencia y eficacia los hechos económicos con potencial reflejo como hechos comerciales, financieros y tributarios.
Pues la factura, como género, y la factura electrónica, como especie, nada más es un instrumento que puede registrar aquellos hechos, de manera que todos los que intervienen en la operación puedan ejercer de manera plena sus respectivos derechos, sean entes privados del derecho como polos de una operación comercial, sean entes públicos, con responsabilidad/deber de fiscalizar la operación, aun si se trata solamente de algunos aspectos de esta operación.
Y juntamente con este pensamiento viene una pregunta que ya no es nueva, viene del año pasado, o quizás antes: ¿en diez años todavía existirán facturas?
La respuesta es sí, evidentemente existirán facturas, pero también habrá otras maneras de registrar de manera confiable los hechos económicos. Lógicamente, la gran mayoría de las personas ya se habrá dado cuenta que me refiero a la tecnología blockchain.
Esta tecnología no es para nada nueva, ya tiene muchos años, pero lo que se observa en el pasado cercano, especialmente el último par de años, es una virtual explosión de nuevas aplicaciones con esta tecnología, inclusive – sí, para registrar transacciones comerciales, y especialmente facilitar los diferentes y cambiantes registros relacionados con la logística en el comercio transnacional.
Lo que nos lleva de regreso a la pregunta del título.
Acá el problema no es que no exista la tecnología, no es que no existan las aplicaciones listas para utilización, ni quienes las quieran utilizar: cuando ingresamos al territorio legal, tenemos que, por un lado, es deseable que el registro de la transacción produzca efectos legales para otras personas y no solamente a vendedor y a comprador, y por el otro, que este registro también produzca efectos en el campo gubernamental, especialmente el tributario.
Juntamente con las soluciones para estos aspectos, hay la preocupación con el sigilo de los registros, ya que la mencionada tecnología de los computadores cuánticos tiene el potencial de tornar ineficaz la protección de las curvas elípticas en los registros en una blockchain… pero este tema es lo suficientemente largo para merecer todo un post aparte.
En mi visión, ya tenemos condiciones tecnológicas y legales de tener facturación electrónica con mérito ejecutivo para todos los fines utilizando tecnología blockchain – o, por lo menos, ya existe en muchos países la madurez necesaria y suficiente para esto, tanto en temas de tecnología, cuanto en el campo legal.
¿Que país asumirá el liderazgo en este camino?
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11 comentarios
Estimado Vinicius mis felicitaciones por el articulo. Probablemente algun pais de America tomara la iniciativa así como fueron los primeros en implementar la FE.
Un cordial saludo.
Muchísimas gracias, Alfredo. Vamos a ver…
Muy buen artículo. Sería interesante analizar el impacto de este cambio en un país con gran número de contribuyentes y con uso generalizado de la factura electrónica como podría ser México o Brasil. Saludos
Hola Vinicius, excelente artículo, que llama a la reflexión sobre un tema actual.
Algunos comentarios:
1) Con relación al formato XML, aunque antiguo, todavía tiene ventajas (o por lo menos es similar a otros) en ciertas aplicaciones. Un trabajo reciente (http://blog.geekhunter.com.br/xml-vs-json-entenda-como-fazer-a-melhor-escolha/) muestra que XML & JSON tiene desempeños similares para representar documentos complejos, como el caso de las FE.
2) Caso la computación cuántica entregue sus promesas, todo el sistema actual de PKI estará amenazado.
3) Las administraciones tributarias saben manejar enormes cantidades de datos utilizando sistemas de bases de datos tradicionales (Oracle, DB2, etc.) y desarrollaron centros de datos de clase mundial, con capacidad de almacenamiento creciente y centros de contingencia. Este know-how y la inversión ya realizada frenan cambios tecnológicos radicales de corto plazo, sin una contrapartida negocial clara.
4) La enorme cantidad de FE es utilizada principalmente para aplicaciones de data analytics. Estas herramientas utilizan como fuente de datos las bases de datos tradicionales, asimismo, por algún tiempo, se tendría que mover los datos desde el blockchain hasta estas bases para aplicar las herramientas.
5) Las ventajas de inmutabilidad y criptografía de un blockchain pueden ser implementadas satisfactoriamente en los sistemas de bases de datos actuales, con tecnologías similares.
6) Para los volúmenes de datos a ser almacenados / replicados en un blockchain clásico, en la aplicación de FE, se exigirán nodos activos de alta capacidad de almacenamiento y tratamiento de datos. Pocos intervinientes tendrán capacidad para tal.
Creo que el uso de blockchain en FE depende de ampliar funcionalidades del modelo que apliquen, por ejemplo, los “contratos inteligentes”. Ciertas aplicaciones en el área de aduanas, actualmente en pruebas, revelan una fuerte aplicabilidad de blockchain, expandiéndose incluso para todo el supply chain.
En mi visión, el potencial del uso de blockchain en FE podría ser mejor evaluado buscándose modelos específicos para el caso, por medio de pruebas de concepto.
Muy interesante este artículo Vinicius. Ledgers distribuídos, inmutables y consensos descentralizados / identidad y autenticidad criptográfica incorruptibles. La aplicación de la cadena de bloques en algunas de las aristas de gestión en nuestras Administraciones, es muy viable. En este mismo sentido, Blockchain trae consigo la siguiente generación y futuro de los servicios de firma electrónica e identidad digital.
Un abrazo
muy interesante este artículo, creería yo que en estos momentos necesitamos un avance tecnológico en cuanto a las facturas electrónicas, pues en países como colombia que, ya se aplican las FE, sería una muy buena idea el uso de la plataforma digital blockchain con la FE, esto con el fin de ampliar la funcionalidad del modelo a aplicar, y para responder la segunda pregunta,estoy de acuerdo con usted en que debemos buscar y utilizar otras tecnologías de facturacion electronica que busquen la agilidad, seguridad y de fiscalizar las operaciones de FE.
A lo largo de las últimas dos décadas los investigadores sociales han incrementado constantemente su interés en las tecnologías de la información y de la comunicación (TIC), en virtud del crecimiento global de la digitalización, la convergencia tecnológica, Internet y las redes sociales. Si bien este aumento de la atención sobre el tema ha redundado en una considerable ampliación de la bibliografía y cada vez son más los rasgos de las mencionadas tecnologías que son analizadas, el fenómeno posee, sin embargo, una serie de aspectos sociales que se presentan como desafíos ante distintos fundamentos básicos de la investigación social. Tal situación hace que la problematización, discusión y evaluación de tales propiedades requiera que se establezca a las TIC como problema general de la teoría sociológica, y ya no sólo como un suceso digno de un campo específico o como la última novedad de la relación tecnología sociedad.
Este artículo me parece muy interesante y de gran relevancia para la realidad actual en la que vivimos, hoy en día las empresas buscan optimizar y hacer rentables la mayoría de sus procesos críticos, uno de estos, es el de la facturación. Por tal motivo, la existencia de modelos de facturación electrónica en Colombia resultan fundamentales para el mejoramiento de la competitividad de nuestro país, frente a los procesos de modernización del Estado, de integración económica e inserción de las nuevas tecnologías en la sociedad colombiana. Esto trae muchas ventajas como: el uso racional del papel, se disminuyen los tiempos y errores de facturación, se realiza de forma eficiente el recaudo de cartera, se optimizan los flujos de caja, se reducen los tiempos de entrega al Adquiriente, entrega de reporte oportuno de información a la DIAN, Ahorro en costos de impresión, despacho y almacenamiento, etc. Los analistas internacionales afirman que el mercado de la facturación electrónica está creciendo por todo el mundo. En el 2015, la firma suiza Billentis, experta en análisis de mercado, publicó el informe: “Facturación electrónica, entrando en una nueva era 2015”, en el que afirmó que casi 42 millones de los 500 mil millones de facturas expedidas en todo el mundo fueron sin uso de papel. En otro informe que publica la misma consultora a inicios del año en curso, se estima que en el 2017 se podrán procesar más de 35 mil millones de facturas electrónicas en el mundo y se destaca que en América Latina esta cifra crecerá en un aproximado de 15 mil millones.
Este artículo me parece muy interesante y de gran relevancia para la realidad actual en la que vivimos, hoy en día las empresas buscan optimizar y hacer rentables la mayoría de sus procesos críticos, uno de estos, es el de la facturación. Por tal motivo, la existencia de modelos de facturación electrónica en Colombia resultan fundamentales para el mejoramiento de la competitividad de nuestro país, frente a los procesos de modernización del Estado, de integración económica e inserción de las nuevas tecnologías en la sociedad colombiana. Esto trae muchas ventajas como: el uso racional del papel, se disminuyen los tiempos y errores de facturación, se realiza de forma eficiente el recaudo de cartera, se optimizan los flujos de caja, se reducen los tiempos de entrega al Adquiriente, entrega de reporte oportuno de información a la DIAN, Ahorro en costos de impresión, despacho y almacenamiento, etc. Los analistas internacionales afirman que el mercado de la facturación electrónica está creciendo por todo el mundo. En el 2015, la firma suiza Billentis, experta en análisis de mercado, publicó el informe: “Facturación electrónica, entrando en una nueva era 2015”, en el que afirmó que casi 42 millones de los 500 mil millones de facturas expedidas en todo el mundo fueron sin uso de papel. En otro informe que publica la misma consultora, se estimó que en el 2017 se pudieron procesar más de 35 mil millones de facturas electrónicas en el mundo y se destaca que en América Latina esta cifra crecerá en un aproximado de 15 mil millones.
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