La capacitación en integridad de los directivos de las Administraciones Tributarias
“La integridad es la virtud que hace que un directivo
empiece a ser un líder”
Warren Bennis
¿Por qué es importante para las administraciones tributarias que sus directivos estén capacitados en materia de integridad?
La integridad es considerada la característica primordial para un liderazgo eficaz. En cualquier organización la gerencia ética ha de estar centrada en la integridad y debe contar con directivos que actúen desde y con integridad para generar confianza, lealtad y credibilidad entre sus subordinados.
Cuando nos referimos a los niveles directivos, la integridad implica tres elementos clave: la confianza, la credibilidad y la ejemplaridad. El directivo que actúa con integridad construye confianza y credibilidad –no hay que olvidar que tanto la confianza como la credibilidad son difíciles de conseguir pero muy fáciles de perder-. Por otro lado, el directivo ha de ser consciente de que con su comportamiento transmite un ejemplo a los integrantes de su organización. Como señala el Profesor Warren Bennis «no hay nada que destruya más la confianza de los subordinados que la percepción de que las personas que ocupan los niveles directivos más altos están aquejadas de falta de integridad”[1].
Es importante recordar que los niveles directivos, por la naturaleza de sus cargos y responsabilidades, se enfrentan a una serie de riesgos éticos para el ejercicio de un liderazgo íntegro como son, entre otros:
- • el abuso de poder o el ejercicio de un liderazgo coercitivo,
- • el acceso a información privilegia y el posible mal uso de la misma,
- • los comportamientos arbitrarios o injustos,
- • la falta de lealtad en la toma de decisiones,
- • la mala gestión de los conflictos de interés,
- • la irresponsabilidad al no asumir las consecuencias de las acciones de sus colaboradores.
Por otro lado, y también en razón de la naturaleza de sus cargos y responsabilidades, los directivos han de hacer frente a una serie de dilemas éticos entendididos como aquella situación en la que dos valores entran en conflicto y, sin importar la decisión final que se tome, siempre se va a ocasionar algún perjuicio.
Los riesgos y el modo en que los dilemas se resuelvan estarán en directa relación con las debilidades o fortalezas formativas en materia de ética e integridad de los directivos.
El CIAT, en su esfuerzo y compromiso para que “la promoción de la ética sea parte intrínseca de todas la políticas de la administración tributaria”, ha sido siempre muy consciente del papel ejemplarizante de los cuadros directivos. Es por ello por lo que en el año 2005 se aprueba en Buenos Aires la “Declaración sobre la promoción de la Ética en las Administraciones Tributarias” que establece como uno de los factores clave para los programas de integridad:
“Liderazgo y compromiso: La principal responsabilidad en la salvaguardia y promoción de la integridad en la administración tributaria recae en la máxima autoridad de la administración tributaria y en el cuadro directivo superior. Deben adoptar un relevante papel de liderazgo demostrando una posición inequívoca y clara con respecto a la integridad y reconocer que la lucha contra la corrupción se debe mantener a lo largo de tiempo”.
Según señala la Guía de Autoevaluación para las Administraciones Tributarias, un documento y una herramienta práctica diseñada por el CIAT para, según su propio subtítulo, “convertir las Declraciones en Acciones”, el liderazgo ético:
- • Se ejerce mediante estructuras claramente definidas de supervisión y toma de decisiones. El compromiso con la integridad debe estar extendido por toda la organización y los cuadros directivos deben ser ejemplo de integridad por lo que es de vital importancia su conducta ejemplar.
- • Se hace visible mediante un sistema que garantice la comunicación, la información y el conocimiento. La comunicación cumple la función de elemento de cohesión y transmisión de valores y buenas prácticas desde la óptica de la ética y debe ser entendida como un diálogo que se practica en dos sentidos: desde la dirección general y los cuadros gerenciales hacia el resto de los funcionarios y viceversa. Es por ello por lo que debe mantenerse un diálogo abierto y libre de recriminaciones que involucre a la dirección superior y a todo el personal de la organización que ayude a resolver los dilemas éticos.
- • La eficacia de las iniciativas en materia de promoción de la integridad ha de ser evaluada periódicamente. Los resultados serán una retroalimentación esencial para la dirección y ayudarán a asegurar que los niveles de dirección mantienen su credibilidad.
En conclusión, si existe un consenso generalizado de que la administración tributaria debe:
- • dotarse de personal intachable e inobjetable;
- • garantizarse los más altos niveles de integridad, ejemplaridad y probidad de todos sus funcionarios;
- • proveer a todos sus empleados de un marco claro de comportamientos esperados y conductas desaprobadas;
- • establecer unos programas de capacitación para todos sus empleados en materias tanto operativas como estratégicas;
esto es especialmente relevante en el caso de los niveles y cuadros directivos.
[1] Bennis, W., Dirigir personas es como adiestrar gatos. Sobre el liderazgo, Editorial Centro de Estudios Ramón Areces, Madrid, 2000.margin-left: 10;
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17 comentarios
El artículo pone el dedo en la llaga
Muchas gracias Jorge Romero por compartir el punto de vista.
Un saludo,
Cuca
Totalmente de acuerdo. Gracias Cuca por decir lo necesario.
¡¡¡¡Muchas gracias Lola!!!!
Un saludo,
Cuca
Querida Cuca,
Mil gracias por compartir tus atinadas reflexiones, a las que me permitiría agregar, que el perfil de integridad de los Mando y Altos mandos en una AT no sólo son un ejemplo para el personal o el equipo que dirigen, lo son también para la ciudadanía en general. La Cultura institucional se ve permeada más que ninguna otra cosa por la acción humana; por aquellos que son agentes de cambio o influencia. Un Directivo no sólo es responsable por las decisiones de negocio, le toca también hacerse cargo de gerenciar personas, lo que implica promover, supervisar, desarrollar y evaluar el desempeño ético.
En un momento en donde la digitalización está abarcando todo el quehacer de las AATT y con la disponibilidad de herramientas de BigData, HR Analytics e IA, es posible dotar de más y mejores elementos todo esto a lo que nos ha dado por llamar: Desarrollo de la Integridad o fortalecimiento de la ética. Ya que podemos tener acceso a datos desde diferentes perspectivas: La productividad, el desempeño, la evolución patrimonial, los vínculos filiales o de potenciales conflictos de interés, ahora debemos trabajar en un modelo de análisis multidimensional, que haga eficiente la búsqueda de indicios de conductas no deseadas y delitos. Y perseguirlo hasta sus últimas consecuencias, por supuesto en un enfoque más preventivo que punitivo.
Y a pesar de esto, lamentablemente se siguen ventilando escándalos que vulneran el rol social de las AATT, en donde las excepciones se convierten en un handicap en contra de los esfuerzos legítimos por contar con instituciones tributarias confiables, que gocen no sólo de buena reputación, sino de la conducta responsable que le de sustancia a la ciudadanía fiscal.
Un Directivo tiene una alta responsabilidad pero también una gran influencia, para hacerlo posible.
Es en esa dirección hacia donde debemos apuntar los esfuerzos particulares de cada AT, los esfuerzos colectivos de los grupos de trabajo del Comité Permanente de ética del CIAT y los diferentes instrumentos de cooperación internacional en este rubro.
Nos vemos pronto querida.
Alejandro
Querido Alejandro,
En efecto, el liderazgo de los directivos de las AATT impacta no sólo en la propia institución y en sus empleados, sino en todos los ciudadanos. Recae entonces en ellos una mayor carga de responsabilidad ética y de comportamiento ejemplar.
Un gran reto para todas las AATT y un interesante tema de estudio y trabajo en el seno del Comité Permanente de Ética del CIAT.
Si, querido amigo, nos vemos muy pronto,
Cuca
Muy claro, completo y conciso. Excelente artículo!
¡¡¡¡Muchas gracias, Gabriel!!!! Celebro que te guste.
Un saludo,
Cuca
Excelente articulo, quedo con claridad la importancia que hay para la administraciones que sus directivos estén constantemente en capacitaciones, para que esos actúen de manera profesional, eficaz para así poder generar confianza, y credibilidad entre sus empleados, evitando así menospreciando el trabajo de los demás, o abusando del poder que se tiene.
A falta de Integridad en los cargos directivos frente a las entidades publicas encargadas del estado, se desenlaza una serie de inconvenientes para la administración publica en general. Por ende, deberán acabar con su forma de elección para así poder contrarrestar este enigma
Es indiscutible, que los directivos, de las administraciones tributarias, si deben capacitarse, en el entendido que, corresponde a estas instituciones, procurar el buen funcionamiento del Estado, mediante el manejo y excelente recaudo de recursos, para cumplir con los fines esenciales del Estado,brindando desde luego confianza, de sus gobernados, la credibilidad en la institucionalidad y ejemplaridad en el excelente manejo de los tributos.
El tema tratado en este artículo es muy objetivo y claro sobre la necesidad de que los profesionales del hoy y siempre, que no solo tengan unas bases intelectuales si no también morales, puesto en el ámbito tributario se adquieren responsabilidades individuales que afectan directamente el entorno de la sociedad y que permiten estas, se desarrollen y tengan un nivel de confianza en los administradores tributarios, puesto no podemos olvidar que un buen líder debe ser ejemplo para sus subalternos y muchas para sus usuarios. Así mismo me gustaría agregar a este artículo la importancia de que la sociedad en general sea veedora de las conductas de los administradores tributarios, así como la importancia de enfocar la educación hacia el fortalecimiento de valores y no guiarse solamente en el camino de las competencias intelectuales.
El articulo genera un enfoque muy importante que genera un crecimiento como persona y profesional que es estar en constante capacitación y de esta forma también la investigación que es otro punto de vista muy importante pues es por medio de esta en que le damos un giro completamente a nuestro nivel de liderazgo y tener mas opciones para actuar frente a cualquier adversidad que se presente en el proceso de la administración, de esta manera responder con seguridad las necesidades de las distintas instituciones para así fortalecer un ambiente laboral mas ameno, también la integridad jugaría un papel importante para ganarse la confianza y credibilidad que nombra el autor de este articulo.
La RAE nos define algo integro como “Que no carece de ninguna de sus partes” por eso en el presente artículo es considerada tan importante que cada persona haga un trabajo en equipo para formar parte de un todo y que si alguno falla desestabiliza ese todo o como lo dice el artículo que suele suceder y es que alguno de los directivos no tienen las competencias para liderar y olvidan que todos hacen parte de una unidad o simplemente no cumplen y debido a esto desequilibra la balanza. Pero también se vuelve a tocar el tema de ser integro el artículo y a lo cual considero esencial es que cada persona debe ser integro desde su competencia sobre los cargos y para esto se requiere una constante capacitación sobre la materia porque todo el tiempo estamos en constantes cambios y el conocimiento se hace más grande.
La integridad ha ido perdiendo fuerza con el pasar de los años, sin embargo es necesario rescatar que aún existen personas que se caracterizan por esto, lo que realmente genera lealtad, confianza y credibilidad en ellos.
Si en un líder se evidencia esto, es claro que ejerce un liderazgo eficaz y genera una percepción de confianza y lealtad por lo que hace, tanto en supervisión como en toma de decisiones.
La Administración Tributaria debe garantizar integridad, ejemplo, responsabilidad y capacitación para que exista eficacia en las iniciativas.
¡Excelente artículo!
El Ejemplo entra por casa, la cabeza de la organización es la que siempre debe de dar ejemplo de su capacidad y liderazgo ya que es el Pilar para que sus subalternos no tengan ninguna posibilidad de hacer cosas ni procedimientos indebidos. La imagen debe siempre ser la más honesta e imparcial con el fin de realizar seguimientos y controles dirigidos a la honestidad, lealtad y compromiso.
Todo esto combinado se darán excelentes resultados.
Totalmente de acuerdo con este fabuloso escrito consignado por Concepción Sacristán, sin duda alguna la Administración Publica Tributaria no solo requiere del conocimiento profesional y bien enfocado en las áreas del conocimiento , tales como la Economía y el Derecho entre otras , debido a que son cargos destinados a suplir de manera eficiente ,optima y viables las distintas misiones y visiones como instituciones de carácter publico al servicio del Estado y por sobretodo de sus administrados, es por eso que directivos de las Administraciones Tributarias aparte de contar con las competencias del saber , deben también tener la aptitud y actitud de estar prestos a guiar como verdaderos lideres a su grupo de trabajo y entorno en el cual desarrollan las funciones, para nadie es un secreto que un buen ambiente en el cargo a desempeñar genera vínculos que aumentan la productividad, logrando así el cumplimientos de sus fines , es un trabajo en conjunto, mancomunado ,todos en pro de cumplir los principios Tributarios establecidos a través de la historial, tales como la Legalidad, Justicia, Uniformidad, Respeto de los Derechos Fundamentales, Publicidad, Obligatoriedad, Certeza, Economía en la recaudación, Igualdad, No confiscatoriedad, Capacidad contributiva, Redistribución o Proporcionalidad, Estabilidad económica, Eficacia en la asignación de recursos.
Saludos desde Colombia , soy alumno de la Doctora Edith Gamboa , quien este semestre fue la oportuna guía que tuve como alumno dentro de la asignatura de Hacienda Publica.