La reforma tributaria internacional debe ser el comienzo de una mejor estrategia de control de la economia digital
- Tributación de la economía digital y propuestas de reformas.
La economía digital está dando lugar a debates globales en muchos ámbitos legales y regulatorios y la fiscalidad internacional no es diferente.
Las implicaciones fiscales son de gran alcance y afectan tanto a los impuestos directos, indirectos como de la seguridad social, cuestiones más amplias de política fiscal y la Administración Tributaria.
Respecto a la tributación directa y específicamente en el impuesto a la renta tras años de trabajo y negociaciones intensas y minuciosas para adaptar las normas tributarias internacionales al siglo XXI, los miembros del Marco Inclusivo de la OCDE y el G20 sobre BEPS acordaron el 8 de octubre de 2021 la Declaración sobre el enfoque de dos pilares para abordar los desafíos fiscales derivados de la digitalización de la economía.
Se busca que las Empresas Multinacionales (EMN) estén sujetas a una tasa impositiva mínima del 15%, y reasignará los beneficios de las EMN más grandes y rentables a países de todo el mundo.
Es de destacar que 137 países y jurisdicciones, que representan más del 90% del PIB mundial, se han unido al enfoque de dos pilares, que establece un nuevo marco de fiscalidad internacional, y han acordado un Plan de Acción Detallado el cual actualmente se encuentra en pleno debate respecto a su aplicación concreta.
El Pilar Uno busca garantizar una distribución más justa de los beneficios y los derechos tributarios entre los países con respecto a las empresas multinacionales más grandes, incluidas las digitales.
El Pilar Dos apunta a establecer una base mínima a la competencia fiscal en materia de impuestos sobre la renta de las empresas, mediante la puesta en marcha de impuesto mínimo a nivel mundial que los países puedan utilizar para proteger sus bases impositivas.
En el caso del Pilar Uno, se estima que cada año los derechos tributarios sobre más de 100 mil millones de dólares de beneficios se reasignarán a jurisdicciones de mercado.
Se estima que, conforme al Pilar Dos, el impuesto mínimo mundial —con una tasa mínima de por lo menos 15%— aportará cada año cerca de 150 mil millones de dólares en ingresos fiscales adicionales al nivel mundial.
Según un reciente análisis estas ganancias serán más altas de lo esperado ya que el impuesto mínimo global propuesto produciría ganancias de ingresos globales anuales de alrededor de USD 220 mil millones, o el 9% de los ingresos del impuesto sobre la renta empresarial global.
Se espera que el Pilar Uno asigne derechos fiscales sobre aproximadamente USD 200.000 millones en ganancias a las jurisdicciones del mercado anualmente. Se espera que esto conduzca a ganancias anuales de ingresos fiscales globales de entre USD 13-36 mil millones, según datos de 2021.
Las nuevas estimaciones reflejan un aumento significativo en comparación con los USD 125 mil millones de ganancias en estimaciones anteriores.
El análisis encuentra que se espera que los países de ingresos bajos y medianos obtengan la mayor parte de los ingresos del impuesto a las ganancias corporativos existentes.
Se escuchan voces muy favorables al histórico acuerdo, pero también algunas opiniones como la de OXFAM que dice que no será un acuerdo histórico ya que el mismo afecta sólo a las 100 mayores empresas del mundo y sólo a una pequeña parte de sus beneficios globales.
Argumentan que el tipo impositivo del 15% se queda corto y habría que elevarlo al 25% y hacer un reparto más equitativo con los países en desarrollo. Dos tercios de la recaudación irían al G7 y a la Unión Europea, mientras que los países más pobres se quedarían con apenas un 3%.
En definitiva, dicen que no se lograrán los fondos que los países en desarrollo necesitan para salvar vidas e impulsar la recuperación tras la COVID-19.
Además en el tema existen otras propuestas como la del Comité de Expertos de las Naciones Unidas que también identificó el gravamen de la renta obtenida por la prestación de servicios digitales automatizados como un tema prioritario, aunque su propuesta, a diferencia de la de la OCDE, se concreta en la elaboración de una disposición para ser incorporada a su Modelo de Convenio que habilite la imposición en la fuente a partir de legislación local explícita, aun cuando no se verifique la existencia de un EP.
Proponen incorporarlo en el artículo 12B de su Modelo de Tratado Tributario y permitir a una jurisdicción, gravar los ingresos de ciertos servicios digitales automáticos pagados a un residente del otro Estado Contratante, en el entendimiento que la propuesta podía simplificar el proceso para muchos países en desarrollo, al facilitar el tratamiento de los problemas que planteaba gravar la economía digitalizada sin que ello sea incompatible con los esfuerzos que se realizan a nivel mundial para encontrar una solución multilateral.
- Importancia del tema. Especial referencia a américa latina y el caribe.
El tema cobra especial relevancia, sobre todo en una situación de crisis histórica como la actual, la cual está produciendo efectos desbastadores en todas partes y en especial en la región de América Latina y el Caribe (ALC), donde los países necesitan hoy más recursos para financiar los crecientes gastos sociales.
El concepto de economía digital incluye diferentes aspectos que van desde el comercio electrónico, la llamada economía colaborativa, el dinero electrónico, las criptomonedas, los juegos y la publicidad online, entre otros
Muchos países se encuentran diseñando reformas tributarias, dentro de lo cual considero es vital analizar conjuntamente a los nuevos modelos de negocio de la economía digital, la gravedad del fenómeno de la evasión fiscal, conocer sus causas, los recientes diagnósticos y estudios existentes en la materia y fundamentalmente la relevancia del tema a la luz de la citada crisis.
El Panorama Fiscal 2020 de la CEPAL, analiza la problemática de la evasión fiscal en la ALC y estima que la región perdió 325.000 millones de dólares –equivalente al 6,1% del PIB– en 2018 por incumplimiento tributario.
El Panel FACTI de las Naciones Unidas dice que el problema es que los flujos financieros ilícitos, provenientes del abuso fiscal, la corrupción transfronteriza y el crimen financiero transnacional, desvían cuantiosos recursos del desarrollo sostenible, empeoran las desigualdades, alimentan la inestabilidad, minan la gobernanza y resquebrajan la confianza pública.
Dice que hasta un 2,7 % del PIB mundial se lava anualmente, mientras que las empresas que buscan jurisdicciones libres de impuestos les cuestan a los gobiernos hasta $ 600 mil millones al año.
El combate de la evasión, dentro de lo cual debe abordarse entre otros aspectos un mejor control de la economía digital, debería ser un objetivo prioritario de todos los países de la región.
La evasión tributaria no solo es un problema de disponibilidad de recursos públicos, sino que es un fenómeno que afecta las propias bases en que se apoya la legitimidad del sistema tributario, al ir en detrimento de la eficiencia y la equidad que debería prevalecer entre los contribuyentes.
- Reflexiones finales.
Si bien son muy interesantes las propuestas de reforma con relación a la tributación de la economía digital el tema es mucho más complejo, dinámico y cambiante y no se agota sólo en los aspectos planteados en las citadas propuestas.
La estrategia de control de la economía digital requiere de esfuerzos permanentes de los países y sus Administraciones Tributarias (AATT).
Las AATT deben identificar a todos los sujetos que realizan sus actividades mediante los nuevos negocios de la economía digital a fin de que se tributen los hechos imponibles establecidos en la normativa de cada país.
No debe perderse nunca de vista que muchas de estas operaciones pueden tener implicancias no sólo tributarias sino vinculadas a delitos de lavado de activos, narcotráfico y corrupción.
Deben comenzar a actuar impulsando los cambios normativos necesarios, diseñando nuevas estrategias y políticas de control, así como fortaleciendo la cooperación y colaboración, tanto en el ámbito nacional como en el internacional, entre las AATT y las distintas entidades involucradas en el tema.
La cooperación fiscal internacional debe ampliarse de una manera que sea universal en enfoque y alcance y tenga plenamente en cuenta las diferentes necesidades y capacidades de todos los países.
Creo que a pesar de su creciente importancia y atención a la cooperación y asistencia administrativa entre AATT, aún queda un largo camino por recorrer antes de que podamos lograr una cooperación óptima a nivel internacional, así como a nivel interno para cada país.
Ello en el sentido de no sólo intercambiar información sino en el hecho de avanzar en trabajos conjuntos en distintas áreas vinculadas a la gestión tributaria.
Las AATT deben continuar explorando el uso de nuevas tecnologías como blockchain e inteligencia artificial, herramientas analíticas y análisis de datos para mejorar el cumplimiento, reducir la carga administrativa, generar eficiencia y mejorar los servicios al contribuyente.
En muchos casos las estrategias de control de estas operaciones requieren cambios normativos, muy buena gestión de la información, planes inteligentes de fiscalización y capacitación a los recursos humanos con nuevas competencias digitales.
Hoy más que nunca es vital que las AATT dispongan de información sobre los agentes y sus actividades económicas, así como la capacidad reguladora para determinar sus obligaciones y la capacidad de gestión para aplicar eficientemente la legislación de modo de obtener los recursos necesarios para poder afrontar la histórica crisis.
En definitiva, las propuestas de reformas de tributación de la economía digital que hoy se debaten deberán ser el comienzo de una mejor estrategia de control de la economía digital.
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3 comentarios
Muy interesante, Alfredo. Enhorabuena mi amigo.
Muchas gracias estimado Carlos. Saludos
Como siempre, de mucha actualidad y retador!!!