Nuevos perfiles, mismos retos – Parte I

¿De qué estamos hablando?

Durante la reciente Asamblea General del CIAT en abril pasado y la Asamblea General de IOTA en junio de 2017, fueron numerosas la menciones a los avances que las administraciones tributarias del mundo tienen en el terreno de la gestión de los ingresos públicos; hay mucho mérito en las diversas iniciativas que las AATT implementan, como el rediseño de sus procesos y el uso de herramientas de TI para potenciar el incremento de sus resultados.

Pero también hubo espacio para poner en la mesa de dialogo de estos encuentros, otra reflexión de gran peso: “Mucho de estos resultados tienen que ver con la gente”.

  • Capacitamos a nuestro personal.
  • Desarrollar a nuestros equipos.
  • Habilitaremos nuevos servidores públicos.
  • Cuidaremos el perfil ético.
  • Invertir en el talento.

Fueron algunas de las afirmaciones que acompañaban las interesantes ponencias compartida por colegas de diversas latitudes del planeta; podemos al menos inferir que se trata de verbos conjugados en diferentes tiempos verbales, que involucran desde el infinitivo hasta el futuro, de manera tácita o explícita: se reconoció que mucho de lo logrado es a través de las personas.

Desde hace más de treinta años las AATT son cada vez más equipos técnicos con altas exigencias; pero en los últimos diez años, estas exigencias son de mayor alcance, y paradójicamente son las mismas de hace treinta años: prevenir y combatir la evasión y elusión fiscal, incrementar la recaudación y prevenir el fraude fiscal y el contrabando. A pesar de tanto esfuerzo parece que algo nos falta, sin contar con la responsable participación ciudadana.

Entonces ante estas exigencias planteadas a las AATT, ¿qué nuevas condiciones tenemos para hablar de un nuevo perfil del servidor tributario? ¿sus competencias de ayer son las mismas de hoy, o será apenas un ligero atisbo para formular los nuevos requerimientos?.

Según datos del Foro Económico Mundial, el 75% de las nuevas carreras profesionales que necesitamos en el mundo, aún no existen, como por ejemplo, en áreas de la preservación y limpieza del medio ambiente y algo no menos interesante como la ciencias de los datos de la electromedicina o la administración de comunidades.

¿Los profesionales que hoy tenemos son los que podrán estar a la altura de las exigencias para las próximas tres décadas?

Pensemos entonces en algunos de esos nuevos retos: como un marco jurídico coherente articulado y robusto para favorecer el cumplimiento de objetivos estratégicos, un modelo organizacional balanceado correctamente con el sistema tributario, una infraestructura de procesos y recursos orientada a atender la presión volumétrica de nuestra AT, una política tributaria consistente con una aspiración de equidad y desarrollo sostenible, tecnología al servicio de la gente y orientada a servicios y procesos, y una interfaz de enlace publico cercano a las condiciones de realidad de los contribuyentes en nuestros países, y por supuesto, una conducta ética absoluta exigible a todos.

Lo aquí expresado en palabras resulta simple demagogia sin el factor humano. Es decir, sin las personas, eso que usted leyó no se puede logar. Podemos mencionar, como referentes algunas AATT que realizan prácticas muy exitosas en esta área; sólo por citar algunas tenemos a Nicaragua que destina el 2% de su gasto corriente, al ingreso y capacitación de su personal; Cuba, como la única administración tributaria de la región que tiene el 75% de mujeres en la ONAT, entre otras prácticas interesantes.

¿Cómo nos estamos preparando para enfrentar lo que sigue?

Es preciso dotar a los funcionarios y colaboradores de nuevos atributos, para que estén en condiciones de combatir los nuevos mecanismos de evasión y elusión, comprender la mayor apertura comercial de nuestros países con otros bloques regionales del mundo, analizar y evaluar el empuje de los bitcoin y blockchain, y porque no decirlo, enfrentar la competencia fiscal entre países que ya es de facto toda una realidad. ¿Son estas las cosas que nuestros universitarios ya aprendieron en un mundo globalizado, hablando apenas de la gestión de ingresos? o ¿es un mérito real de nuestras organizaciones el desarrollo de los auditores y demás servidores que colaboran en la administración tributaria?.

¿Puede un nuevo auditor incorporarse desde su ingreso a una unidad dedicada a la inteligencia fiscal o fiscalización de los precios de transferencia? Parafraseando a un estimado colega, eso merece una respuesta simple y categórica: Depende. Si creamos las condiciones para que eso suceda es absolutamente viable, pero si replicamos modelos de gestión de personal tradicionales, quizá la respuesta es no.

En el marco de las responsabilidades de las administraciones tributarias se incluye dotar de personas competentes a la organización para cumplir con las funciones y el marco operativo concreto según sea el caso, pero aun así nos falta reconocer que las brechas se atienden por separado, si la brecha es tecnológica invertimos en ello y no necesariamente es armónico con preparar a los equipos para el cambio tecnológico, el cambio operativo, el nuevo modelo de gestión, una nueva cultura organizacional, una nueva ley impositiva; y en muchas experiencias resulta atropellada la implementación, por ese detalle: La gente.

Si consultamos de manera aleatoria documentos de planeación estratégica de diferentes AATT encontraremos que prácticamente en todas, las personas son reconocidas como parte de alto valor en el sistema, pero cuando vemos la inversión para el desarrollo de la gente la proporción no resulta tan favorecida, en especial es preocupante si consideramos que el presupuesto de una AT dedica (mera intuición) más del 70% a gasto operativo dejando poco margen para invertir en innovación y en desarrollo de personas.

El riesgo que se corre en esta lógica es crear dos pistas paralelas que circularán a diferente velocidad, en una encontraremos la gestión de TI, servicios, trámites y regulaciones fiscales corriendo a gran velocidad; y por la otra, personas con poca capacidad de adaptación a nuevos requerimientos esperando que cambie la luz del semáforo. Lo que no nos conviene de forma alguna.

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Aclaración. Se informa a los lectores que los puntos de vista, pensamientos y opiniones expresados en el texto pertenecen únicamente al autor, y no necesariamente a su empleador ni a ninguna organización, comité u otro grupo al que el autor pertenezca, ni a la Secretaría Ejecutiva del CIAT. De igual manera, el autor es responsable por la precisión y veracidad de los datos y fuentes.

8 comentarios

  1. Alfredo Collosa Respuesta

    Estimado Alejandro totalmente de acuerdo con lo que planteas en tu articulo.
    Yo siempre digo que habrá que ver quien aprovecha mejor la nueva tecnología de la cuarta revolución industrial que transitamos si serán las Empresas Multinacionales que actúan en forma globalizada o las AATT actuando coordinadamente potenciando el principal capital que tenemos que son los recursos humanos.
    Como dije en una intervención en este mismo blog titulada «ADMINISTRACIONES TRIBUTARIAS Y LA ESTRATEGIA DEL CUMPLIMIENTO VOLUNTARIO» En esto estamos totalmente convencidos que el éxito o fracaso en la utilización de la nueva tecnología será consecuencia directa de cuan capacitados tengan las AATT a sus recursos humanos, los cuales son su principal activo por lo que se necesitan imperiosamente recursos humanos cualificados, íntegros, motivados y con retribuciones acordes a las tareas desempeñadas dispuestos a adquirir nuevas habilidades, conocimientos especializados, formación continua, creatividad y movilidad geográfica.
    Un gran abrazo y felicitaciones por el articulo.
    Alfredo

  2. luz stella marquez palacio Respuesta

    Totalmente de acuerdo, de nada sirve una legislacion, unos cambios tecnologicos, si los auditores que son en ultimas los que tienen que hacer uso de todos estos recursos no estan preparados para su utilizacion, estoy convencida que se tiene que ir a la par en todas los innovaciones involucrar o los operadores de las mismas sino seria como arar en el desierto.

  3. Jorge A. Carrillo Vertiz Respuesta

    Me gustó tu artículo, Alejandro. Poner el énfasis en las personas nunca será una mala decisión en una Administración Tributaria, como en ninguna otra organización. Pero, para ello, es indispensable contar primero con estrategias claras en los ámbitos sustantivos, de las cuales se deriven estrategias de desarrollo de los recursos humanos que sirvan de guía y medida a la capacitación. Me encantaría sobremanera conocer cuáles de las AT del CIAT tienen ejemplos valiosos al respecto.
    Muchas gracias por tus aportes.
    Saludos,
    Jorge

  4. JOHNNY URGILES Respuesta

    Buenas tardes estimados, Alejando muy importante narración y descripción real desde el punto de vista del ser humano, de la preparación del profesional, del talento humano que debe ser empoderado a largo plazo, no solo ser reconocido como el pilar fundamental en toda AATT, sino saber cultivar el mismo, con preparación constante, competente y técnica, ya que las prácticas que se utilizar para realizar la gestión del control tributario, va mas allá de cumplir unos objetivos institucionales en el cumplimiento de una recaudación de impuestos, sino en el cumplimiento de metas individuales con el desarrollo de actividades estratégicas que coadyuven al crecimiento de la AATT y por ende al crecimiento profesional, de tal manera que un funcionario empoderado permanentemente podrá ser promovido horizontal o verticalmente.
    Hace poco realice un trabajo de mi doctorado sobre la gestión emocional del desempeño en funcionarios públicos de la AATT, donde es evidente el cumplimiento de una función, de unos objetivos institucionales sin sentirse motivados monetaria o no monetaria, sino lo importante es sentir que eres parte del desarrollo de la cultura tributaria y no solamente de un cumplimiento de metas para el Estado.
    saludos
    Johnny Urgiles

  5. JOSE GALINDEZ Respuesta

    Excelente Blogs Alejandro

    Muy acertado en la adaptación de los perfiles de precios de transferencia y inteligencia fiscal¡,

    Uno de los grandes retos de las Administración Tributaria ayer, hoy y mañana, es como retener los perfiles de las personas altamente calificadas, en la sociedad del conocimiento y era la digital las Administraciones Tributarias deben adaptar sus estrategias hacia modelos sostenibles y 100% cambiantes, para mi la tendencia es promover una relación de confianza con los contribuyentes.

    Saludos,

    Jose

  6. Kirk Douglas Zerillo Respuesta

    “…aun en el mejor sigue siendo algo que ha de ser superado…” (Friedrich Nietzsche – Así Hablo Zarathustra)
    Te invito a leer y compartir mi blog. Sigue el siguiente enlace: http://kirk-douglas-z.blogspot.pe/

  7. José Rafael Monsalve Respuesta

    Interesantes reflexiones Alejandro. Definitivamente los retos son los mismos pero el cambio de los tiempos requieren nuevos perfiles y competencias en un tiempo histórico en el que los contribuyentes y hechos generadores son cada vez más complejos y si eso no es suficiente se está reinventando el sistema tributario internacional y como mencionas precios de transferencia es uno de esos nuevos retos. Un saludo!

  8. Alejandro Juárez Respuesta

    Mil gracias por sus comentarios, algunos de sus aportes son estupendos y contienen parte de lo que escribiremos en la Parte II y III un gran abrazo a todos.

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