¡Se lo ganó! ¡Se lo ganó!
Las loterías fiscales re-imaginadas
Existe, sin duda, una afición por las loterías y otros juegos similares entre la población de varios de los países miembros. Para revivir un par de ejemplos, no hace falta sino caminar unas cuadras por las calles del centro de Caracas, donde solían abundar los sitios de apuestas, darse una salto por las afueras del edificio de la Lotería en la ciudad de Panamá donde los puestos fijos de venta se parecen mucho a los de un mercado pero que, en lugar de frutas y legumbres, venden un solo producto: billetes de la Lotería Nacional. El concurso navideño en España está cumpliendo en este diciembre 198 años ininterrumpidos desde que en Cádiz se iniciara esta tradición. Cualquier amigo brasileño a quien algunas canas ya le adornen la cabeza les podrá contar más de una historia, casi mítica, del «jogo do bicho«. Precisamente el título de este post viene de un comercial de los ochentas de la Junta de Beneficencia de Guayaquil en el que un chofer de bus, con el boleto triunfador, en mano es alzado el hombros por pasajeros y transeúntes al grito de: “Se la ganó, se la ganó” y que puede verse aún hoy gracias a YouTube.
Esta afición de mucha gente por las loterías fue seguramente un factor determinante para los programas de loterías fiscales o tributarias que a través de los años desarrollaron varias administraciones tributarias. La mecánica es relativamente sencilla, el consumidor, o a veces o sus hijos(1), debe asegurarse en sus compras de obtener la factura o documento equivalente, junta un número determinado de ellos: cinco(2), diez o doce(3); para ponerlas en un sobre y enviarlas o depositarlas en la Administración Tributaria para participar en el sorteo. El objetivo principal siempre ha sido el mismo: generar conciencia en los compradores de manera que el exigir la factura se torne en hábito.
Los premios variaron, pudiendo estos ser en efectivo o incluir vehículos y electrodomésticos. En Paraguay, a partir de 2005 se inició la campaña “Exigí, Juntá y Ganá” en la que las facturas se recogían en los colegios. Las instituciones que más facturas juntaban, ganaban premios. El dinero debía invertirse en mejoras a las instalaciones.
Desde la óptica de control, las administraciones encontraron sin duda una situación difícil: ¿cómo volver de manera eficiente esos millones de facturas en indicios de irregularidades? En teoría, se pueden transcribir los documentos y alimentar una base de datos para luego cruzar la información y detectar, por ejemplo, si el vendedor utilizaba números de factura autorizados, si dos participantes habían enviando para el concurso dos facturas del mismo vendedor y con el mismo número, o si la suma total de los importes de las facturas recibidas de un vendedor en un período eran mayores que los montos declarados por éste en la declaración del IVA. Una tarea titánica y susceptible de muchos errores. Tal vez algunas administraciones se limitaron exclusivamente a hacer algunas inspecciones por muestreo verificando si un puñado de las facturas recibidas habían sido registradas apropiadamente.
Se han incorporado recientemente algunos elementos tecnológicos. En el programa “IVA y Vuelta” en Argentina en 2009, los datos de las facturas podían ser ingresados en el sitio de la AIFP en la Internet. El contribuyente debía conservar las facturas que se presentarían en caso de resultar ganadoras. Esta innovación permitiría una mayor participación de consumidores ya que no tendrían que deshacerse de las facturas para poder concursar. Detalle muy importante para situaciones que envuelven montos grandes o productos cuyas garantías están condicionadas precisamente por la factura. Una solución alterna se desarrolla en Paraguay en que para la Lotería Fiscal que desarrolla la SET se pueden enviar los datos de las facturas por mensajes SMS de las operadoras de telefonía celular. Estos avances sin duda amplían las posibilidades de control pues las administraciones cuentan con datos sobre esas facturas ya en medios digitales.
Pero la verdadera innovación en esta materia se está dando en Brasil donde el impuesto al consumo de mercancías es administrado por los estados. Como en otros países, contribuyentes que venden al por menor y tienen ingresos superiores a un monto deben utilizar máquinas fiscales. Las ventas de mayoristas generalmente están ya soportadas hoy por facturas electrónicas que son individualmente autorizadas por la administración tributaria.
El consumidor, para participar en el sorteo deberá registrarse una única vez en el sitio de la Administración de su estado con su número de “Cadastro de Pessoa Física” – CPF y proporcionar su número de CPF en cada compra. El contribuyente vendedor, al final de mes debe obligatoriamente transmitir el detalle de todas sus ventas con cupón fiscal a la administración tributaria. Con estos elementos se procede al sorteo.
Los programas se denominan: “Nota Fiscal Paulista” del Estado de São Paulo, la “Nota Fiscal Alagoana” del Estado de Alagoas, , la “Nota Legal” del Distrito Federal, y “Viva nota” del Estado de Maranhão y con un esquema algo distinto “Cupom Mania” del Estado de Río de Janeiro
En general, a través de las facturas electrónicas disponibles o de los cupones fiscales reportados, los consumidores acumulan puntos, cupones o billetes electrónicos con los que podrán participar en los sorteos que entregan premios en dinero, artículos electrodomésticos o en algún caso ingresos gratuitos a partidos de fútbol.
El programa puede devolver hasta un 30% del impuesto a los consumidores. Es claro que muchos contribuyentes van a exigir su nota o cupón fiscal. En general los consumidores pueden consultar a través de la Internet su situación en cuanto a sus créditos y sus puntos, las facturas y cupones individuales, así como los resultados de los sorteos. Son muchos los contribuyentes que se benefician con los créditos. En los dos primeros meses en el estado de Maranhão, que ciertamente no es el más poblado de Brasil, se registraron más de 70 000 consumidores participando. Una sola cadena de supermercados en el mismo estado transmitió, para el primer mes, más de 200 000 transacciones individuales. Algunos resultados demostraron que en algunos sectores económicos, como restaurantes, bares y sitios de esparcimiento, el incremento en las transacciones reportadas por los contribuyentes fue notable.
Desde el punto de vista del control lejos de ser un problema con bodegas llenas de papeles con los que no se sabe que hacer, hay una oportunidad enorme para incrementar los controles sobre los vendedores e, incluso, detectar gastos totales no compatibles con los ingresos reportados en las declaraciones de renta de las personas naturales.
El discurso aquel de convertir a los consumidores en verdaderos “inspectores fiscales” parece estar un poco más cerca. Creo que es muy bueno conocer estas experiencias y estudiarlas. Sobre todo para aquellas administraciones que ya tienen o tuvieron loterías y que han desarrollado o están desarrollando sistemas de facturación electrónica, incluso para ventas al por menor; y aquellas que trabajan con máquinas fiscales, sobre todo aquellas que pueden transmitir a través de la red celular sus operaciones.
Saludos y, al ser mi último post del año, mis deseos de mucha suerte para el 2012.
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3 comentarios
Buenas tardes Raul:
Otra implicancia del este sistema de premios a los consumidores, desde la perspectiva de politica fiscal, es la que tener un fracción de la alícuota del IVA para premios. Así, pensando en el IVA de Perú, que es 18%, si el control y la recaudación de éste gana en eficiencias el ministro de economía y finanzas del Perú podría presupuestar 1 punto del IVA sólo en premios, de modo que si presentan posibilidades de bajar alícuota los legisladores lo piensen 2 veces.
Incluso de podría focalizar el beneficio sólo en sectores de alta evasión – restaurantes, hoteles, construcción de viviendas,… Al concentrar el beneficio – el punto de IVA – sólo en estas actividades, el impacto de los premios se puede elevar hasta hacerlo de un nivel que no se pueda ignorar. Por invertir un punto del IVA en premios al consumidor, en sectores focalizados, podemos sumar miles de aliados al control de los sectores difíciles.
Y experiencias para conocer y estudiar no van a faltar, a los planificadores de SUNAT que tomen la idea y la estudien.
Saludos
Eduardo Manrique
SUNAT- Perú
Estimado Raúl
Gracias por compartir las experiencias de otros países y su visión sobre el tema de la lotería fiscal; en Ecuador concluyó este mes el séptimo sorteo de la Lotería Tributaria y aún, solicitamos que depositen en un sobre con sus datos personales cinco comprobantes de venta válidos.
Esperamos para el próximo año contar con un nuevo mecanismo de participación (se está desarrollando el sistema de facturación electrónica) que constituya en un peldaño mas para lograr ese sueño que lo define en: «convertir a los consumidores en verdaderos inspectores de impuestos»
Saludos
Fabián Romero
SRI – ECUADOR
Raul:
Muito interessante o seu artigo.
Apenas para informar que, mesmo sem consumir muito, mas sempre exigindo a Nota Legal, estou, no momento, com R$519,00 (quinhentos e dezenove reais) computados no programa promovido em Brasília! E graças a uma situação particular da cidade como Distrito Federal (funciona como Município e Estado), será possível reduzir este valor do meu Imposto Predial Urbano ou do Imposto sobre Veículos…. é dinheiro na mão.
Abraços,