Más sobre las brechas

En su excelente post «La Brecha Digital y las Administraciones Tributarias«, Marció Verdi alerta sobre la amenaza de la creciente brecha digital entre las administraciones tributarias en el contexto de la diferencia de crecimiento entre países, plantea preguntas y sugiere ´planes de acción para aliviar el problema.

Aprovechando la oportunidad, me gustaría presentar  otros aspectos.

Con respecto a la modernización de los procesos de gestión interna, las administraciones tributarias generalmente tienen plena autonomía para adoptar tecnologías de información y comunicación (TIC) de modo autosuficiente, solo dependiendo de sus propios recursos. Este es el caso de los sistemas modernos de gestión de recursos humanos, control de costos, etc. Otros sistemas internos en las áreas de negocio como   la automatización de la gestión en su segmento de administrativo también siguen la misma línea.

Sin embargo, ya que la modernización requiere una fuerte interacción con los contribuyentes y otros órganos de la sociedad y en este sentido es esencial el uso de las TIC, de una forma amplia y tomando en cuenta los aspectos de legalidad.

En este caso, en una perspectiva general, la amplitud y la eficacia del uso de las TIC para una administración tributaria estarían inevitablemente vinculados a la disponibilidad y el alcance del uso de estas tecnologías por la sociedad en general.

Para la prestación de servicios digitales a los contribuyentes, la conectividad de estos a Internet es esencial. Basado en la información divulgada por LACNIC (Latin America and Caribbean Internet Address Registry), el 40% de los latinoamericanos disponen de una conexión a Internet. Sin embargo, la distribución de esta conectividad no es uniforme entre los países y, a pesar de la disponibilidad de servicios, su alto costo sería el mayor factor inhibidor para la ampliación del acceso. La unidad de información y tecnología de la CEPAL presentó en 2012 una evaluación para revisar el acceso a Internet de banda ancha (1 Mbps) en diferentes países, creando  un índice de precio medio según el porcentaje del PIB mensual per cápita. En esta evaluación Bolivia y Paraguay tienen los valores más altos, siendo (Uruguay, 1.23%) el país de menor costo en América Latina con un valor mucho más alto que el de países con  costos mayores en Europa (España, 0,18%).

Además, basado en el documento  de las Naciones Unidas «E-government Survey 2012«, los seis países de América Latina mejor posicionados en relación con el principal indicador «e-readiness«, que evalúa la disponibilidad de servicios de “e-government” [i] , son Chile, Colombia, Uruguay, México, Argentina y Brasil, que se sitúan entre 39 y 59 en relación con todos los 190 países evaluados. Considerando para los mismos países el índice de disponibilidad de la infraestructura de comunicaciones (que es parte de la composición del índice «e-readiness«), sus posiciones en las clasificaciones varían de 59 a 90.

Sin embargo, sabemos que las administraciones fiscales de estos seis países utilizan tecnologías y ofrecen una gama de servicios a los contribuyentes mucho más amplios y diferenciados que en la mayoría de los países mejor posicionados en el ranking general y en la infraestructura de comunicaciones.

Algunos factores que podrían explicar este mayor rendimiento de las administraciones tributarias con relación a la media gubernamental son:

1) ámbito de actuación de la administración tributaria en la sociedad (clientes).

Especialmente en los países en desarrollo, los clientes de las administraciones tributarias, los contribuyentes, están en un nivel más alto de ingresos en relación con la sociedad en general. En sociedades con índices promedios de uso de las TIC, sin duda este grupo está entre quienes tienen acceso a la Internet y por lo tanto es más fácil utilizar los servicios prestados, tanto para las personas como para las empresas. Por lo tanto, considerado aisladamente, los clientes de las administraciones tributarias tendrían un índice de acceso a la infraestructura de comunicaciones y servicios digitales superiores al promedio de la sociedad en general, proporcionando a las administraciones tributarias una potencial base de usuarios.

2) Tradición de incorporar tecnologías

Las administraciones tributarias, especialmente las de América Latina, tradicionalmente son vectores que impulsan la adopción de nuevas tecnologías en la sociedad. Ciertas tecnologías se proponen a los contribuyentes  para su uso de modo opcional, y en general son atractivas por su facilidad de uso, automatización de los procedimientos y reducción de costos, llevando algunos ya preparados. Otros, que todavía no están preparados, son atraídos y tratan de equipararse para aprovechar los beneficios ofrecidos moviendo así el mercado.

En el mismo sentido, las administraciones tributarias también han sido capaces de establecer estrategias eficaces para promover el uso de servicios digitales: segmentación de los contribuyentes para promover una afiliación obligatoria, como en el caso de grandes contribuyentes; buscar alianzas con organizaciones estratégicas, como los Colegios de Contadores.

Sin embargo, otros aspectos importantes de la modernización de las administraciones tributarias mediante las TIC dependen del apoyo tecnológico y jurídico a cargo de otras instituciones, como se muestra a continuación.

Aunque sea esencial, la capacidad de los contribuyentes para obtener acceso a la Internet solo se hace posible para un conjunto de servicios básicos. Para ampliarlas, se hace necesaria la disponibilidad de otras tecnologías, potenciándolo  sin injerencia directa de las administraciones tributarias.

A pesar de que  la información tributaria está sujeta a la confidencialidad y a sus procesos regulados por dictados constitucionales y legales, la posibilidad de encontrar un contribuyente en la red siguiendo los preceptos de la fe pública, sería una condición esencial para la expansión cualitativa de los servicios. En este contexto, la disponibilidad en el país de una infraestructura de Claves Públicas (ICP) es importante, para disponer de los certificados digitales de identidad. Con ello, es factible de implementar servicios como domicilio fiscal electrónico, acceso en línea de información bajo el secreto tributario, etc…

Otro aspecto importante se refiere al proceso digital de procedimiento administrativo tributario («e-proceso»), una herramienta extremadamente poderosa para optimizar y reducir los costos para las partes y que posiblemente sea el talón de Aquiles de todo el proceso de modernización. Aunque en el ámbito administrativo, interno de la  administración tributaria, el proceso digital se pueda lograr sólo con sus propios esfuerzos, el gran logro sería la integración del segmento legal al proceso digital, entonces sí, maximizaran los beneficios de la modernización. Para ello, el poder judicial debería estar computarizado, al menos en instancias especializadas en procesos tributarios. Algunas administraciones tributarias, cuando es necesario, apoyan estas iniciativas en el poder judicial, inclusive inyectando recursos y/o brindando soporte técnico.

Las administraciones tributarias han sido un agente fundamental para la difusión del uso de las TIC en la sociedad, sin embargo, aun así, es esencial que el Gobierno contemple planes para mejorar la infraestructura de comunicación y soporte legal, acceso a servicios digitales e implementación de tecnologías amplias, en particular una infraestructura de claves públicas. Las administraciones tributarias tienen la capacidad institucional para influir en la priorización de estos temas dentro del Gobierno.

[i] Este índice es el resultado de la composición de cinco otros índices, tales como la disponibilidad y el alcance de la infraestructura de comunicaciones y capital humano (formación).

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